Tras varios días de expectativa, la Asamblea Nacional (AN) venezolana realizó este miércoles la polémica sesión para aprobar el inicio del juicio contra el presidente Nicolás Maduro. El debate y su resultado, sin embargo, no disiparon la principal duda: si el proceso se llevará a cabo y conseguirá separar al primer mandatario del cargo.  El diputado de Acción Democrática, Henry Ramos Allup (expresidente del parlamento), reconoció la posibilidad de que el gobierno venezolano impida que se materialicen las decisiones tomadas este martes. Su voto, sin embargo, fue uno de los 105 a favor de realizar el juicio al Presidente, por presuntos hechos de corrupción en el caso Odebrecht, que habrían costado al país millones de dólares.Sin embargo, desde el exilio, representantes del que se denomina como Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) “legítimo” (designado por la opositora AN pero desconocido por el Gobierno), aseguraron que una vez sean notificados formalmente por el Parlamento comenzará la etapa de juicio, de revisión de pruebas, de debate probatorio y, en definitiva, de decidir si hay condena.Le sugerimos: Desde Bogotá, Luisa Ortega entrega pruebas de corrupción contra MaduroHubo dos votos en contra de la decisión de la mayoría opositora. Los hicieron diputados oficialistas que asistieron a la sesión, pese a que desde 2017 su bancada abandonó los escaños luego de que el TSJ en ejercicio en el país (vinculado al oficialismo), considerara que la AN, de mayoría opositora, estaba en desacato y que sus decisiones –incluida esta, según han advertido voceros del Gobierno– son nulas.Juan Marín, uno de los diputados oficialistas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) advirtió que “la única consecuencia legal que pudiera surgir de esta reunión es que se sumen a la ya larga lista de ilícitos, de acciones violatorias a la Constitución y las leyes, más acciones que para nosotros comportan un intento más de golpe de Estado”.Lejos de tener efectos a mediano o corto plazo dentro del país, analistas y expertos locales apuntan a que la actividad afianzará el desconocimiento de Maduro y su gobierno por parte de la comunidad internacional.La sesión, que se hizo a solicitud del TSJ “legítimo” y que había generado fricciones entre los opositores, estaba convocada para las 10:00 am, pero a las 8:00 am la inmensa mayoría de los diputados ya estaba en el Palacio Federal Legislativo.Puede leer: Maduro es citado a declarar en Bogotá por presunto caso de corrupciónEl día anterior habían circulado mensajes a través de las redes sociales que alertaban que grupos irregulares afectos al oficialismo impedirían que se desarrollara la actividad, convocada con un punto único: “consideración de la solicitud de autorización para continuar el proceso al ciudadano Nicolás Maduro Moros”.Los parlamentarios pudieron acceder al hemiciclo sin mayores complicaciones, no así los medios. La sesión, que duró cerca de dos horas, no tuvo cobertura periodística, pues funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana no lo permitieron.Al inicio del debate, la diputada Delsa Solórzano alertó, además, que no había acceso a Internet en el Palacio, lo que impidió las transmisiones en vivo por parte de los parlamentarios. También señaló que había fallas en la red social Twitter, uno de los principales medios de información de los venezolanos.No es la primera vez que la opositora AN intenta destituir a Maduro. El 13 de diciembre de 2016, declaró la responsabilidad política del mandatario; y el 9 de enero de 2017, aprobó el abandono del cargo. Ninguna de las decisiones tuvo efectos.En la historia contemporánea de Venezuela, un solo presidente, Carlos Andrés Pérez, ha sido sometido a juicio por delitos de corrupción.*Agencia Anadolu