El fundador de la plataforma WikiLeaks, Julian Assange, aseguró este martes ante el Consejo de Europa que fue liberado tras declararse “culpable de haber hecho periodismo”, esto en su vuelta al ojo público, en sus primeras declaraciones desde su salida en junio de una prisión de máxima seguridad en el Reino Unido por delitos de espionaje y manejo de información gubernamental confidencial.
“No soy libre hoy porque el sistema funcionó, sino porque —tras años de encarcelamiento— me declaré culpable de haber hecho periodismo”, aseguró Assange, quien pasó los últimos 14 años recluido entre la embajada de Ecuador en Londres y la cárcel británica. El hombre de 53 años, rompió su silencio por primera vez desde su salida en junio de la prisión londinense de Belmarsh, ante una comisión del Consejo de Europa en Estrasburgo, en el noreste de Francia, que examina las condiciones y el impacto de su detención.
Su liberación se produjo en virtud de un acuerdo con la justicia de Estados Unidos, por el que se declaró culpable de obtener y divulgar información sobre defensa nacional, entre ellos relatos de ejecuciones extrajudiciales e informaciones sobre aliados. “Me declaré culpable de buscar información de una fuente y me declaré culpable de informar al público de la naturaleza de esa información. No me declaré culpable de ningún otro cargo”, precisó este martes el australiano, vestido de traje y corbata.
Declarado “hombre libre” por la justicia estadounidense, volvió a Australia y se reencontró con su familia. Desde entonces no se ha dejado ver mucho, aunque WikiLeaks y su mujer Stella —quien lo acompañó en su testimonio— han ido brindando algunas informaciones. El pasado miércoles, su organización explicó que acudiría a declarar en persona ante el Consejo de Europa “dada la naturaleza excepcional de la invitación”.
“Todo el mundo puede ver que está agotado, que todavía se está recuperando”, declaró este martes Stella Assange tras el encuentro de hora y media en Estrasburgo, en Francia, mostrando su visión acerca de lo que fue el cautiverio de su esposo.
Su marido dijo esperar que su testimonio pueda “ayudar a aquellos cuyos casos son menos visibles, pero que son igual de vulnerables”, y denunció que existe cada vez “más impunidad, más secretismo, más represalias por decir la verdad y más autocensura”. “El periodismo no es un crimen, es el pilar de una sociedad libre e informada”, subrayó.
“¡Continúen la lucha!”
El Consejo de Europa es una organización de 46 países no vinculada a la Unión Europea y dedicada a promover los derechos humanos en este continente. Entre sus organismos cuenta con la Asamblea Parlamentaria y con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La Asamblea Parlamentaria debatirá el miércoles un informe, elaborado por la parlamentaria islandesa Thorhildur Sunna Aevarsdottir, que considera “desproporcionadas las acciones judiciales y condenas” contra el australiano, al que califica de “preso político”.
Este informe es además la base de un proyecto de resolución que urge a Estados Unidos a “investigar los presuntos crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos revelados por él y por WikiLeaks”, declaró el organismo. El momento y el lugar elegidos por Assange para romper su silencio han desconcertado a algunos juristas, máxime cuando el fundador de WikiLeaks lucha por obtener el indulto presidencial en Estados Unidos por su condena bajo la Ley de Espionaje.
Chelsea Manning, la analista de inteligencia del ejército que filtró los documentos a Assange, pasó siete años en la cárcel antes de que en 2017 el entonces presidente Barack Obama le conmutara la pena de 35 años de prisión. El presidente estadounidense, Joe Biden, que probablemente conceda algunos indultos antes de dejar el cargo en enero, calificó en el pasado al australiano de “terrorista de alta tecnología”.
Pero el caso de Assange sigue siendo muy polémico. Sus partidarios lo celebran como un defensor de la libertad de expresión y el periodismo, pero sus detractores argumentan que la publicación de documentos sensibles puso en riesgo la vida de numerosas personas y la seguridad de Estados Unidos. “¡Continúen la lucha!”, clamó el fundador de WikiLeaks al término de su intervención, mostrando señales de cansancio.
*Con información de AFP.