La justicia de Bélgica rechazó la petición de las autoridades judiciales de Ecuador de extraditar al exmandatario Rafael Correa, condenado en su país a ocho años de cárcel por corrupción, pero bajo refugio de Bruselas, anunció este viernes –6 de mayo– su defensa.
Bélgica otorgó a Correa la condición de refugiado al reconocer que “los procesos penales abiertos contra” el exmandatario “fueron manifiestamente contrarios al derecho a un juicio justo”, explicó el escritorio Jus Cogens en un comunicado.
El asilo político ya parecía ser un obstáculo mayor para los intentos de las autoridades ecuatorianas de conseguir la extradición, pero según los abogados del expresidente, la justicia belga enterró ahora toda posibilidad.
“El Ministerio de Justicia belga confirma ahora (...) que no dará seguimiento a la solicitud de extradición de Ecuador”, y “que Bélgica también se negará a cooperar con la ‘justicia ecuatoriana’ en el marco de procesos políticos”, añadió en la nota, colgada en Twitter por Correa.
El texto no menciona ninguna comunicación oficial belga.
Correa, que reside en Bélgica desde 2017, recibió la condición de refugiado el 15 de abril, según una copia del certificado expedido por el Comisariado General de Refugiados y Apátridas, al que la AFP tuvo acceso.
Pero la medida se conoció una semana después, el 22 de abril, el mismo día que las autoridades judiciales ecuatorianas solicitaron la extradición del exmandatario socialista, que gobernó entre 2007 y 2017.
“Cualquier autoridad independiente que examine lo que sucede en Ecuador se da cuenta de la manipulación de la justicia que tiene lugar con fines políticos”, dijo el abogado Christophe Marchand, coordinador internacional de la defensa de Correa, en el comunicado.
Correa, de 59 años, fue condenado a ocho años de cárcel por el delito de cohecho, por su participación, durante su gobierno, en un esquema de sobornos por casi 7,6 millones de dólares a cambio de contratos. Pero él denuncia una “persecución política”.
La sentencia en su contra fue ratificada en última instancia en 2020, lo que además le inhabilitó de por vida para desempeñar cargos de elección popular.
El expresidente socialista también enfrenta un juicio, con orden de detención, por el fugaz secuestro de un opositor en Colombia en 2012.
“A un corrupto no le dan asilo”: Correa
Correa afirmó en días pasados que la obtención del estatus de refugiado en Bélgica pone de relieve su inocencia ante las denuncias en su contra, y añadió que “a un corrupto no le dan asilo”, en una entrevista con AFP en Bruselas.
Correa, quien recibió el beneficio el 15 abril, destacó que el asilo fue concedido “en el marco de la Convención de Ginebra de 1951 (Sobre Estatuto de Refugiados), que establece taxativamente las razones. A un corrupto no le dan asilo”.
Por ello, añadió, “lo simbólico, lo fundamental del asilo, para mí, es que Bélgica y Europa le están diciendo (a Ecuador): ‘Correa es un perseguido político, los corruptos siempre han sido ustedes’”.
El asilo belga a Correa se conoció en la misma semana en que el presidente de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador firmó un nuevo pedido de extradición del expresidente, ya que el exmandatario fue condenado en 2020 por cohecho.
Para el mandatario, sin embargo, tanto esa condena como el hostigamiento legal a sus allegados se proponen impedir que retorne a la actividad política en Ecuador.
“No hay Justicia en Ecuador, todo está corrompido, todo está en decadencia, hay una degradación total, y se utilizan todos los proyectos solo para destruirme. Yo soy el gran peligro para ellos, un peligro para el sistema”, afirmó.
La obtención del estatus de asilado en Bélgica torna lejana cualquier posibilidad de que las autoridades decidan entregarlo a Ecuador.
“Siempre me he sentido muy seguro en Bélgica, donde hay un Estado de derecho”, apuntó.
Con su condición de asilado, dijo Correa, tiene total libertad para viajar, menos a su propio país. “Si retorno a mi país, si pongo un pie ahí, me meten preso y no salgo vivo de la cárcel, no nos engañemos”, añadió.
El exmandatario ecuatoriano, que reside en Bélgica desde 2017, afirmó que no alimenta expectativas de que las denuncias y procesos en su contra cesen por el momento.
“Esto cambiará cuando ganemos las elecciones, que lastimosamente perdimos en 2021, entre otras cosas (...) porque me impidieron, con estas artimañas, que regrese a mi país”, dijo.
Al ser consultado sobre si alimentaba expectativas de retornar a la actividad política en su país, Correa optó por la cautela: “Si para ganar las elecciones tengo que estar en el país, tendré que estar. Entonces, habrá que ver cuál es el rol que me depara el destino”, expresó.
El abogado belga Christophe Marchand, por su parte, dijo a AFP que no espera que la demanda ecuatoriana de extradición prospere.
El pedido “no va a tener ningún éxito. No hay ningún antecedente o precedente de que Bélgica extradite o vaya a empezar un trámite de extradición en contra de una persona que tiene el estatuto de refugiado”, dijo el principal abogado de Correa.
Las autoridades belgas, dijo Marchand, “ya tienen toda la información, porque es el mismo estado belga el que ha otorgado el estatuto de refugiado. Así que me parece que esta demanda va a morir, muy rápido”.
*Con información de la AFP.