El Tribunal Superior Electoral (TSE) brasileño negó el miércoles un pedido de la campaña a la reelección de Jair Bolsonaro para investigar supuestas irregularidades en la transmisión de la propaganda electoral de radio, un hecho calificado como grave por el mandatario.
El presidente del TSE, Alexandre de Moraes, rechazó la solicitud por considerar que no había sido acompañada de pruebas, lo que podría constituir un “crimen electoral” y un intento de “tumultuar la segunda vuelta” a cuatro días del balotaje presidencial.
El equipo jurídico de la campaña de Bolsonaro denunció el lunes que “innumerables radios no están transmitiendo adecuadamente” la propaganda electoral determinada por la justicia, en un supuesto “fraude electoral” orquestado para favorecer al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, su adversario en los comicios del domingo.
Aliados del presidente ultraderechista aseguraron haber sido perjudicados con la no transmisión de 154.000 anuncios electorales, buena parte de ellos en radios del noreste brasileño, bastión de Lula.
“Existe un pedido expresamente inepto, porque ni siquiera identifican días, horarios y canales de radio en los que se habría incumplido la norma electoral”, respondió Moraes, quien también es juez del Supremo Tribunal Federal (STF), en su decisión.
El magistrado señaló que el informe presentado por la campaña de Bolsonaro fue realizado por una empresa “no especializada en auditorías”.
Además, apuntó que el equipo del mandatario podría estar cometiendo un delito electoral y, por ello, determinó que la presentación del Partido Liberal, el movimiento político de Bolsonaro, sea investigada dentro de un proceso abierto en el STF por desinformaciones y ataques a las instituciones.
El presidente ultraderechista insistió el miércoles, tras la decisión de Moraes, que “decenas de miles” de radios omitieron su propaganda electoral, algo que “desequilibra” el pleito e “interfiere en el resultado de la elección”.
“Iremos hasta las últimas consecuencias, dentro de la Constitución, para hacer valer lo que nuestras auditorías constaron, un enorme desequilibrio”, dijo en un pronunciamiento en el Palacio de la Alvorada.
Bolsonaro, quien aseguró que debía estar en Río de Janeiro, pero regresó a Brasilia de urgencia por la “gravedad de los hechos”, refiriéndose a la decisión de Moraes, estaba al lado del ministro de Justicia, Anderson Torres, y del ministro del Gabinete de Seguridad Institucional, Augusto Heleno.
Lula marcha como favorito para las elecciones del domingo con 49% de las intenciones de votos contra 45 % de Bolsonaro, según la consultora Datafolha.
Los brasileños no ven la hora de que terminen las elecciones presidenciales
En cuatro días los brasileños tienen una cita definitiva en las urnas para poner fin a meses de polarización y decidir quién será el próximo presidente. Sin embargo, las campañas políticas han generado en algunos ciudadanos un sentir de molestia y “cansancio” por lo que esperan que el proceso termine cuanto antes.
Las últimas semanas han continuado cargadas de acusaciones mutuas (incluidas en los debates), en el marco de un “duelo” entre Bolsonaro y Lula da Silva que pareciera no acabar. La pelea por cada voto y las estrategias para ganar el respaldo de los indecisos marcan el panorama en el gigante suramericano.
La “apretada” carrera para que convencer a quienes aún tienen en duda su apoyo (1 %) o aquellos se inclinan por un voto nulo o en blanco (4 %) ha exacerbado los ánimos para ciudadanos como Marcelo Brandão, quien dijo a AFP que se estaba “enfermando porque hay mucho desencuentro”. Las redes sociales y medios de comunicación tradicionales han avivado esa sensación.
Para él, cuya vida la dedica como recepcionista bancario, hay una campaña “sobrecargada” de fake news y “pullas” entre los dos aspirantes a ocupar el Palacio de Planalto. “Estoy viviendo eso 24 horas y es horrible”, cuenta durante su hora de descanso en un centro comercial de Brasilia (la capital).
“Me siento exhausto, estoy harto”, es lo que ha despertado el panorama electoral en José Guilherme Araújo, un abogado que también fue alcanzado por la “bomba” de proselitismo y para el que ninguno de los dos candidatos lo representa. “Solo se habla de elección en los principales canales de televisión, es horrible. Procuro ver canales cerrados (por cable) para huir del asunto”.
*Con información de la AFP.