Este miércoles se conoció, por parte de las autoridades judiciales de la ciudad de Nueva York, la sentencia en el caso del cantante R. Kelly, miembro de la agrupación R&B, quien fue condenado a 30 años de cárcel, señalado de ser parte, en cargos directivos, de una red delictiva dedicada al tráfico de personas y abusos sexuales.
La encargada de dar a conocer la sentencia de la corte federal de Brooklyn fue la jueza Ann Donnelly, en el que, tras un año después de que se determinara la culpabilidad del señalado, por parte del jurado, se emitió la pena correspondiente.
La decisión se conoce luego de que, según detallan medios internacionales, la Fiscalía hubiese elevado una solicitud formal al tribunal, para que fuere impuesta una sentencia de 25 años de cárcel para el señalado.
Sobre los delitos de los que se señala al artista, reconocido por éxitos como “I Believe I Can Fly”, se encuentra el haber reclutado a un grupo de adolescentes y mujeres, con fines sexuales.
En la exposición de los cargos, la fiscalía había señalado que la figura de la reconocida agrupación de los años 90 representa un peligro para la sociedad, razón que ameritaba que este fuere privado de la libertad.
De acuerdo con declaraciones de la Fiscalía, recogidas por la AFP, los actos expuestos sobre la conducta del cantante “eran insolentes, manipuladores, controladores y coercitivos”, advirtiendo además que, durante el juicio que le fue adelantado, el artista “no demostró ningún arrepentimiento ni respeto por la ley”.
Según precisan medios internacionales, el pasado mes de septiembre el jurado de una corte en Nueva York había encontrado la culpabilidad del artista en un total de once cargos, entre los que se cuenta crimen organizado.
Por lo anterior, el Ministerio Público advirtió la necesidad de que al hombre le fuese impuesta una pena “larga de cárcel”.
Dicho pedido de la Fiscalía también estaba orientado en lograr un carácter disuasorio que permitiera cohibir a otras personas “ricas y famosas” que, amparadas en el poder o el estatus, se vieran tentadas a incurrir en este tipo de conductas.
Por su parte, la defensa del referido artista había abogado ante el tribunal para que la pena impuesta al cantante de 55 años, no fuese superior a los 17 años; no obstante, la pena dictada finalmente por las autoridades es de casi el doble de tiempo.
Más allá del juicio en Brooklyn
Según explican medios internacionales, el escándalo del artista R. Kelly va más allá de lo ya expuesto en su juicio en la ciudad de Nueva York, razón por la cual a partir del próximo 15 de agosto está agendado el inicio de otro juicio en su contra, esta vez a cargo de la justicia en la ciudad de Chicago.
En el caso de este nuevo proceso, este corresponde a una acusación que pesa en contra del artista y algunos de sus colaboradores, señalados de haber interferido y manipulado un juicio emanado en el año 2008, en el que Kelly estaba señalado de delitos relacionados con pornografía y ocultamiento de casos de abusos sexuales a menores de edad.
Según medios internacionales, además del caso en Chicago, existirían cargos pendientes en contra del artista en dos estados más.
Las particularidades del caso
Sobre el caso de R. Kelly pesan una serie de hechos particulares que, según medios internacionales, solamente salieron a la luz gracias al estallido del movimiento Me Too, que motivó a cientos de mujeres en el mundo a deshacerse de la venda que las silenciaba frente al hecho de haber sido víctimas de casos de abuso sexual.
En ese caso, una de las particularidades del caso de Kelly se refiere a que este es el primer caso donde la mayoría de las víctimas corresponde a mujeres de ascendencia afroamericana, y que con este se puso fin a una serie de especulaciones que refieren la existencia de conductas inadecuadas por parte del artista; no obstante, hasta el momento, previo al estallido del caso, ello solo se refería a rumores, en los que se mencionaba que sus víctimas, además de mujeres adultas, incluía también a menores de edad.
Sobre los señalamientos que hablan de un entramado criminal referido al tráfico y al abuso de mujeres, se refiere la existencia de al menos 45 testimonios en contra del artista, de los cuales 11 corresponden a víctimas de las conductas reprochables por parte del cantante, quienes habían sido instrumentalizadas para el ‘disfrute sexual’ del señalado.
Entre los testimonios conocidos en el marco del caso, se conocieron narraciones que incriminan a Kelly y su entorno con situaciones de “violación, drogadicción, encarcelamiento y pornografía infantil”, según recogen medios internacionales.
Sobre el modus operandi de los abusos, se conoció que el contacto de las víctimas se hacía en el marco de escenarios de presentaciones del artista, en el que personas cercanas a este se encargaban del ‘reclutamiento’ de las víctimas, muchas de las cuales cayeron en engaños por parte del hombre que les prometía ayuda en la construcción de carreras musicales.
Las mujeres eran contactadas con el fin de satisfacer los deseos sexuales del artista, y eran controladas a través de conductas que las incitaban al aislamiento, e incluso eran objeto de “medidas disciplinarias crueles”, como advierte la AFP, fundamentada en la existencia de una serie de audios expuestos en el marco de las audiencias.
En el marco del juicio, también se expuso el caso de la artista y cantante Aaliyah, a quien Kelly obligó a casarse en el marco de una diligencia que fue declarada de ilegal, debido a una serie de irregularidades, entre las que se encuentra el matrimonio, ocurrido cuando ella era menor de edad, situación que se dio después de que ella quedara embarazada a los 15 años.
En aquel matrimonio, que logró ser anulado, se presentaron irregularidades como la presentación de documentos falsos que daban cuenta de una edad más alta de la que realmente tenía la novia.
*Con información de la AFP.