Como en cada aniversario, cientos de personas acudieron a la edificación que en 1994 fue blanco de un atentado que cobró la vida de 85 personas y dejo 300 más heridas en Buenos Aires para reclamar Justicia cuando se cumplen 29 años sin que se conozca a los responsables de este crimen
Bajo el lema “justicia ausente, digamos presente”, los familiares de las víctimas acudieron a la ceremonia para recordar lo ocurrido y en honor a lo fallecidos, que comenzó con un ulular de sirenas a las 09:53 a. m., la hora exacta en que el 18 de julio de 1994 voló la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), una edificación luego reconstruida y frente a la cual se realizó la conmemoración.
“Por primera vez nuestro país va a cumplir 40 años ininterrumpidos de democracia (...), pero nuestra democracia se eclipsa con 29 años de vergonzosa impunidad, sin un solo responsable por el asesinato de 85 personas”, lanzó el presidente de la AMIA, Amos Linetzky. “Sin justicia no hay democracia”, concluyó.
En un duro discurso, el dirigente de la comunidad judía argentina, que con 300.000 integrantes es la más numerosa de América Latina, tuvo cuestionamientos para la justicia y las autoridades políticas.
“No hay duda que (el atentado) fue planificado y organizado por la República de Irán y fue ejecutado por la organización terrorista Hezbolá. Sobre sus responsables pesan alertas rojas y órdenes de captura emitidas por Interpol”, advirtió Linetzky.
La justicia mantiene desde 2006 el pedido de captura de ocho iraníes, entre ellos el expresidente Alí Rafsanjani.
Sin embargo, el dirigente reprochó que algunos de esos sospechosos señalados en la causa “se pasean impunemente en diferentes lugares del mundo”. Según él, uno de ellos estuvo en Catar el año pasado en el marco de los preparativos del Mundial de Fútbol, que luego ganó Argentina.
El dirigente incluyó en sus críticas a la fiscalía especial a cargo del caso AMIA porque “no muestra avances reales y concretos en la investigación” y reprochó que el juzgado correspondiente esté vacante hace varios años.
En cambio, ponderó que Argentina haya declarado en 2019 al movimiento libanés Hezbolá “como una organización terrorista” y celebró que “hicieron lo mismo Paraguay, Honduras, Guatemala y Colombia”.
“Esperamos que otros países hermanos como Uruguay, Chile, Brasil y Perú también se sumen”, advirtió.
La bomba a la AMIA, peor atentado de la historia argentina, dejó 300 heridos, además de los 85 muertos.
No hay detenidos por el caso ni se ha logrado esclarecer aún los motivos. La investigación judicial del caso quedó envuelta en denuncias por desvío de pistas, condenas por encubrimiento y procesos anulados.
En 1992, otro ataque terrorista había destruido la embajada de Israel en Buenos Aires, con saldo de 29 muertos y 200 heridos. También permanece impune.
Argentina solicitó la captura de cuatro libaneses
La justicia argentina solicitó un pedido de captura internacional de cuatro libaneses sospechosos de haber colaborado en la preparación del atentado al centro judío AMIA de Buenos Aires en 1994, que dejó 85 muertos, informó a la AFP una fuente judicial.
El juez federal Daniel Rafecas atendió el pedido de la Unidad Fiscal que investiga el ataque a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) para solicitar las capturas, en tanto se mantienen los pedidos de arresto de ocho iraníes.
Según el escrito al que tuvo acceso la AFP, entre los señalados se menciona a Hussein Mounir Mouzannar, con cédula de identidad paraguaya y que “podría estar en la actualidad residiendo en la República del Paraguay (Ciudad del Este o sus inmediaciones) o en la ciudad o suburbios de Foz de Iguazú”, en Brasil, en la zona conocida como ‘triple frontera’.
En la orden figuran también Alí Hussein Abdallah, naturalizado brasileño y con pasaporte paraguayo; Abdallah Salman, alias el Reda, que se estima reside en Beirut y Farouk Abdul Hay Omairi, naturalizado brasileño y con último domicilio en Foz de Iguazú, según los datos de la causa.
*Con información de AFP