Un nuevo caso de justicia por mano propia se presentó en México en medio de la impotencia de su población frente a la ola de inseguridad que se toma sus calles. Esta vez, la protagonista fue una mujer en la ciudad de Guadalajara, quien tras ser atacada por un grupo de ladrones que la atracaron a mano armada al salir de una entidad bancaria, decidió tomar represalia por cuenta propia y emplear su vehículo para atacar a los delincuentes.
De acuerdo con la información presentada por medios locales, los hechos tuvieron lugar luego de que la mujer, en medio de una transacción bancaria, obtuviera la suma de 160.000 pesos mexicanos, el equivalente a cerca de 40 millones de pesos colombianos, pero, siendo víctima de rastreo y campaneros al interior del banco, fuera abordada a sus afueras por un grupo de delincuentes que le obligaron a despojarse de parte de la suma de dinero.
Sin embargo, en medio de la ira que le generó el robo, la mujer decidió no quedarse de manos cruzadas, y en un acto de valentía e impotencia ante la no presencia de autoridades que hubiesen podido frustrar el robo, decidió no conformarse con la actuación criminal y, en un acto temerario, decidió seguir a los delincuentes.
Sin miedo a ser atacada con la pistola que portaban los delincuentes, la mujer decidió seguir ahora a los ladrones, y aprovechando la velocidad de su carro, decidió arremeter embistiendo con su auto a los ladrones que intentaban huir en una motocicleta.
Tras la avería de la motocicleta y visiblemente asustados por lo ocurrido, los ladrones emprendieron a pie la huida, sin calcular que la mujer podía movilizarse más rápido en su carro, a la vez que daba aviso a las autoridades.
Ante el llamado de la mujer, la comandancia de la Policía de Guadalajara desplegó un operativo con varios agentes uniformados que emprendieron la persecución de los ladrones, quienes, en un intento de dejar atrás a la justicia, también soltaron el botín que antes habían conseguido.
Así, la mujer logró recuperar el botín hurtado que, además de contener parte del dinero que había retirado del banco, también suponía su teléfono celular.
Si bien el hecho de valentía es aplaudido por varias personas que denunciaron la inseguridad, también despertó temor frente a la forma en la que los ciudadanos han decidido prescindir de las autoridades para decidir tomar la justicia por mano propia; un hecho que en muchos casos puede salir mal, y que se convierte en detonante de más hechos de violencia.
De igual modo, el conocimiento público de este caso, aunque se guardó la identidad de la mujer, ha despertado un halo de inconformidad por parte de la comunidad que advierte que el problema de inseguridad también está complementado por la falta de presencia estatal o de las autoridades, advirtiendo que la justicia por mano propia surge cuando las entidades creadas para garantizar la seguridad no son capaces de cumplir con su deber.
Recientemente, también en la ciudad de Guadalajara se dio a conocer otro caso de inseguridad que despertó indignación por parte de la comunidad, y ha conseguido eco en el gremio de los periodistas de ese país y de América Latina, luego de que se hiciera público que en días pasados, una comunicadora local que adelanta labores de periodismo de denuncia, fuera víctima de un caso de sicariato, del cual afortunadamente salió ilesa.
La mujer en cuestión fue identificada como María Luisa Estrada, quien en días pasados fue interceptada cuando se desplazaba en su vehículo, mientras que un hombre disparó en cinco ocasiones contra su humanidad, afortunadamente sin lograr su cometido.
En medio de este caso, ha despertado especial indignación el hecho de la deficiente respuesta por parte de las autoridades, pues si bien en un comienzo recibieron su denuncia, algunos uniformados la invitaron a ponerse a salvo, y no precisamente a través de un esquema de protección, sino a través de la autocensura.
la mujer también enunció que no recibió la respuesta idónea por parte de los cuerpos de protección dispuestos para ello, advirtiendo que su estudio de seguridad no emitió la complejidad real, porque recientemente ella había elevado denuncias sobre anomalías en la empresa encargada de brindar protección a funcionarios y población civil que así lo requieren y cuyos casos son reconocidos por la institucionalidad estatal.