Kamala Harris, la primera mujer en alcanzar la vicepresidencia de Estados Unidos, llegará este jueves a la Convención Nacional Demócrata en Chicago para aceptar el mayor desafío de su carrera: la candidatura a la Casa Blanca.
Harris, de 59 años, vivirá una noche de gloria en el United Center, Casa de los Chicago Bulls y los Chicago Blackahawks, aplaudida por los casi 5.000 delegados que el martes le dieron su voto para convertirla en la abanderada del partido para enfrentar la reñida disputa electoral contra el republicano Donald Trump.
La abogada entró en la carrera presidencial hace casi un mes cuando Joe Biden, aislado por su partido y acorralado por cuestionamientos y dudas sobre sus capacidades a los 81 años, desistió de la reelección.
El lunes, el mandatario le pasó el testigo en el mismo escenario, en un discurso emotivo que sirvió como su despedida luego de medio siglo en la escena política.
Biden abrazó en el podio a Harris simbolizando la transición generacional del partido. Harris, que podría convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos, revitalizó las bases demócratas que comenzaban a resignarse a un escenario de derrota, cuando Trump se ponía adelante en los sondeos frente a Biden.
Pero su entrada en la carrera presidencial ha causado entusiasmo y ha vuelto a nivelar la disputa. De acuerdo con el portal Five Thirty Eight, Harris aventaja al candidato republicano por 3,3 puntos.
“Histórico”
Tras el discurso de esta noche, el más importante de su trayectoria política, Harris tendrá 75 días para convencer a los estadounidenses de que voten por ella el 5 de noviembre. En Chicago, Harris ya ha conquistado muchos corazones.
“Finalmente, vamos a poder escuchar a la vicepresidenta Harris”, dijo Edwina Martin, delegada de Nueva York, y abogada de formación. “Una de las cosas que nos enseñan en la escuela de Derecho es cómo presentar tu caso (...) y creo que eso es lo que ella va a hacer en los próximos dos meses, y va a triunfar. No tengo duda de que va a ganar”.
“Va a ser histórico”, dijo el delegado de Hawái, Michael Golojuch, quien la noche del jueves acudió a ver a Tim Walz, compañero de fórmula de Harris, aceptar la nominación a la vicepresidencia. “Es el honor de mi vida aceptar su nominación para vicepresidente de Estados Unidos”, dijo Walz en un breve pero efusivo discurso.
“Cuando los republicanos usan la palabra libertad lo que quieren decir es que el gobierno debería tener libertad de invadir el consultorio de tu médico, las corporaciones, de contaminar el aire y el agua, y los bancos, libertad de aprovecharse de los clientes”, comentó.
“Pero cuando los demócratas hablamos de libertad, nos referimos a la libertad de mejorar sus vidas y la de las personas que aman”.
“Una opción muy clara”
Harris llega a su gran noche luego de que los pesos pesados y las voces emergentes del partido Demócrata, se sucedieran en el United Center para decirle al país que ella es la opción correcta.
El martes, Barack y Michelle Obama electrizaron a las decenas de miles de presentes con llamados a la esperanza y unidad. “¡Sí, ella puede!”, exclamó Barack Obama, coreado por la multitud, una adaptación del eslogan que marcó su ascenso a la presidencia de Estados Unidos en 2008.
El miércoles por la noche, el expresidente Bill Clinton, veterano de más de diez convenciones, tomó la palabra. “En 2024 tenemos una opción muy clara, me parece: Kamala Harris —que está para la gente— o el otro tipo que ha probado (...) que solo está enfocado en sí mismo”, dijo Clinton, refiriéndose, sin mencionarlo, a Trump.
“Cuando ella era estudiante, trabajaba en McDonald’s. Allí saludaba a cada persona con esa sonrisa de un millón de dólares y decía ‘¿Cómo le puedo ayudar?’. Ahora, en la cima del poder, aún pregunta ‘¿Cómo le puedo ayudar?’”, agregó.
*Con información de AFP.