Kamala Harris presentó el martes ante la nación al gobernador de Minnesota, Tim Walz, en un animado mitin en el disputado estado de Pensilvania, con el objetivo de impulsar el recién acuñado binomio presidencial demócrata en la carrera hacia la Casa Blanca.
“Es el tipo de persona que infunde en la gente un sentimiento de pertenencia y la inspira a soñar en grande (...) Ese es el tipo de vicepresidente que Estados Unidos merece”, dijo Harris, parada junto a Walz, en Filadelfia.
Walz tomó el micrófono después de Harris y arengó a la multitud para la ardua campaña que se avecina. “Tenemos 91 días. Dios mío, qué fácil. Ya descansaremos cuando estemos muertos”, dijo.
Los comentarios reflejaron la urgencia del momento, ya que Harris eligió a Walz como compañero de fórmula durante uno de los periodos más turbulentos de la política estadounidense moderna. Los republicanos han cerrado filas con el expresidente Donald Trump después de que fuera objeto de un intento de asesinato en julio. Pocos días después, el presidente Joe Biden puso fin a su campaña de reelección, lo que obligó a Harris a luchar por unificar a los demócratas y a elegir a un candidato vicepresidencial a toda prisa, en apenas dos semanas.
Al elegir a Walz, de 60 años, Harris está recurriendo a un gobernador de la región centro-norte de Estados Unidos, quien es veterano militar, prosindicalista y ayudó a promulgar una ambiciosa agenda demócrata para su estado, la cual incluía amplias protecciones del derecho al aborto y generosos apoyos para las familias.
Se trata de su decisión más importante como candidata presidencial demócrata, y Harris ha elegido una opción que la mayoría encuentra aceptable: alguien que afirma que la política debería ser más alegre y que desvía la atención de la retórica oscura de los republicanos con un toque más ligero, una estrategia a la que la campaña demócrata ha recurrido cada vez más desde que Harris asumió la candidatura presidencial.
Harris espera que Walz le ayude a apuntalar el apoyo que tiene en el centro-norte de Estados Unidos, una región crítica en la contienda electoral que muchas veces funge, para los candidatos demócratas, como una zona de contención en el camino a la Casa Blanca. El partido sigue atormentado por las victorias de Trump en Michigan y Wisconsin en 2016. Trump perdió esos estados en 2020, pero se ha enfocado en ellos en su intento de volver a la presidencia este año y ahora también se está enfocando en Minnesota.
Desde que Walz fue nombrado candidato a la vicepresidencia, el equipo de campaña recaudó más de 20 millones de dólares en donaciones de simpatizantes, según la propia campaña.
Walz dista mucho de ser un nombre conocido. Una encuesta de ABC News/Ipsos realizada antes de su nombramiento, pero después de que comenzaran a barajarse varios nombres, reveló que casi 9 de cada 10 adultos estadounidenses carecían de suficiente información para tener una opinión sobre él.
Harris dedicó gran parte de su discurso a la vida y trayectoria profesional de Walz, la cual incluyó periodos como profesor de estudios sociales y entrenador de fútbol americano.
“Quienes lo conocen de cerca saben que Tim es más que un gobernador”, dijo Harris.
“Los dos creemos en levantar a la gente, no en derribarla”, dijo. “Ambos sabemos que la inmensa mayoría de nosotros tenemos más cosas que nos unen de las que nos separan. Y en nuestros compatriotas vemos vecinos, nunca enemigos”.
*Con información de AP