El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, tiene al mundo en vilo con su visita a Rusia y el posible acuerdo armamentista que podrían tener las dos naciones.
En medio de su visita, Kim tuvo tiempo de visitar una fábrica de aeronáutica militar en Rusia y allí presenció la producción de aviones de combate Sukhoi Su-35 y Su-57 y asistió a un vuelo de prueba.
“Vemos potencial de cooperación tanto en el campo de la fabricación de aviones como en otras industrias”, afirmó el viceprimer ministro ruso de Comercio e Industria, Denis Manturov, que acompañó a Kim.
“Esto es especialmente importante para cumplir las tareas a las que se enfrentan nuestros países para alcanzar la soberanía tecnológica”, agregó.
Los dos países han sido aliados históricos y ambos están bajo una ola de sanciones: Rusia por el conflicto en Ucrania y Corea del Norte por el desarrollo de su programa armamentístico, que incluye pruebas nucleares.
La visita del dirigente norcoreano, Kim Jong-un, a Rusia es su primer viaje al extranjero desde la pandemia y generó inquietud en Ucrania, Estados Unidos y las potencias occidentales por la posibilidad de que Moscú y Pyongyang firmen un acuerdo armamentístico.
Corea del Norte busca ayuda de Rusia para desarrollar su programa de misiles y altos funcionarios estadounidenses y expertos aseguran que Moscú quiere comprar municiones para usar en Ucrania.
Estados Unidos reacciona ante el posible acuerdo de armas entre Rusia y Corea del Norte
La reunión entre ambos gobernantes generó preocupación en Occidente por la posibilidad de que negocien un acuerdo de armas.
La Casa Blanca informó que el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, se comunicó con sus homólogos de Japón y Corea del Sur para comentar el encuentro.
Ellos señalaron que “cualquier exportación de armas norcoreanas a Rusia sería una violación directa de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, entre ellas algunas que Rusia hizo adoptar”, detalló la Casa Blanca.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, dijo estar dispuesto a reunirse con Kim “sin condiciones previas”, según un alto funcionario del Gobierno nipón.
Kishida ya había comentado anteriormente su disponibilidad para sostener un diálogo con Kim, pero esta vez se produce en un momento de nerviosismo en esta región tras la cumbre entre Kim y Putin.
“Nos gustaría mantener conversaciones de alto nivel bajo el control directo del primer ministro para lograr una cumbre lo antes posible”, declaró a los periodistas el secretario jefe del Gabinete del Gobierno de Japón, Hirokazu Matsuno.
Seúl, por su parte, estudia la posibilidad de imponer nuevas sanciones a Moscú y Pyongyang, en caso de un acuerdo armamentístico.
“Si Corea del Norte llega a un acuerdo sobre comercio de armas gracias a la cumbre con Rusia, esto sería un acto que amenazaría gravemente la paz y la seguridad en la península coreana”, afirmó el ministro surcoreano de Relaciones Exteriores, Park Jin, citado por la agencia Yonhap.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de imponer sanciones adicionales, contestó: “Estamos considerando todas las opciones”.
*Con información de AFP