Este viernes 26 de mayo, una de las noticias que centró la agenda internacional fue el pánico que desató un hombre en Corea del Sur, después de abrir la puerta de emergencia de un avión de la compañía Asiana Airlines en pleno vuelo. Su accionar llevó a que varias personas tuvieran que ser hospitalizadas por dificultades respiratorias, en medio del temor despertado sobre sus vidas.
El avión transportaba a casi 200 pasajeros al llegar el viernes a la pista del Aeropuerto Internacional de Daegu, 240 km al sur de Seúl, en un vuelo local. Cuando el avión estaba a unos 200 metros sobre el suelo, el hombre de unos 30 años, según la policía, abrió la puerta de salida.
¿Cuál fue la excusa de esa imprudencia?
Hasta la jornada anterior se desconocía las razones por las cuales el sujeto incumplió las normativas de seguridad, pese a reconocer su responsabilidad. Sin embargo, este sábado la policía de ese país informó que el sospechoso aseguró estar “sofocado” y querer salir pronto de la aeronave como justificación de su imprudencia.
El pasajero fue llevado a interrogatorio por las autoridades de Daegu, a las cuales dijo que estaba “bajo estrés después de perder su empleo recientemente”. Un detective de esa ciudad comentó a la agencia AFP que el sujeto, quien ahora se podría enfrentar a diez años de cárcel, “sintió que el vuelo tardaba más de lo que debía” y se sentía “sofocado en la cabina”.
Al aire fueron momentos de pánico los que permearon el trayecto de estos viajeros, algunos de los cuales (según trascendió) empezaron a gritar y aferrarse a los brazos de sus sillas. En redes sociales empezaron a circular los instantes de angustia y cómo el viento había entrado con potencia en la aeronave.
Respecto al momento exacto en que se desató la emergencia, la aerolínea informó que el viajero había abierto “la puerta manualmente tocando la palanca”, mientras estaba cerca a la salida de emergencia. “El pasajero fue entregado a la policía y está siendo interrogado”, agregó.
“Pensé que el avión estaba explotando”
De acuerdo con el Ministerio de Transporte, salvo quienes necesitaron atención médica tras el aterrizaje, no se reportaron daños o heridos de consideración. “Fue un caos con la gente cercana a la puerta que parecía desmayarse una a una, y las asistentes de vuelo llamaban a los médicos a bordo”, dijo un pasajero de 44 años a la agencia Yonhap.
“Pensé que el avión estaba explotando. Yo pensé que iba a morir”, añadió. A la agencia mencionada, una mujer relató que “los niños temblaban y lloraban de pánico. Los que estaban sentados cerca de la salida deben haber sido los que más se sorprendieron”.
Pese a las tensiones vividas viernes, el avión cubría la ruta entre la isla de Jeju y Daegu, aproximadamente a 237 kilómetros de Seúl (la capital), y pudo aterrizar sin otras complicaciones cuando todavía se encontraba a 250 metros de altura. Las autoridades identificaron al culpable como un hombre de 33 años.
Los agentes descartaron en la jornada anterior que el sujeto hubiese consumido alguna sustancia alucinógena; no obstante, aseveraron que “era difícil mantener una conversación normal con él”. Varios testigos apuntaron a que el individuo supuestamente habría intentado precipitarse al vacío tras abrir la puerta.
Un funcionario del ministerio de Transporte dijo a AFP que fue “el primer incidente de este tipo” del que tuviera conocimiento en la historia de la aviación coreana. Entre tanto, los expertos afirman que la industria aérea de Corea del Sur se caracteriza por su historial de seguridad.
*Con información de AFP y Europa Press.