El gobierno estadounidense admitió el pasado viernes que cometió un “error” al lanzar un ataque con drones contra presuntos miembros del grupo Estado Islámico (EI) en Kabul, matando en su lugar a 10 civiles, incluidos niños, durante los frenéticos últimos días de la retirada estadounidense de Afganistán.
El ataque tenía como objetivo una presunta operación del EI contra el aeropuerto de Kabul de la que la inteligencia estadounidense tenía una “certeza razonable”, dijo el jefe del Comando Central de Estados Unidos, el general Kenneth McKenzie. “El ataque fue un trágico error”, señaló McKenzie a un grupo periodistas tras una investigación.
Tras el anuncio del gobierno de Estados Unidos, en las últimas horas, la cadena CNN informó sobre nuevos detalles del operativo. CNN señaló que momentos después de que el Ejército estadounidense lanzó el misil contra el automóvil, en el que iban los civiles y que se pensaba que era amenaza para las tropas que llevaban a cabo las labores de evacuación en el aeropuerto de Kabul, la CIA alertó que era probable que hubiera civiles dentro del vehículo, entre ellos niños.
La alerta llegó muy tarde, solo segundos antes de que el misil golpeara el automóvil, un Toyota blanco, matando a los 10 civiles, siete de ellos menores de edad, según señaló el medio estadounidense, con base en información entregada por tres fuentes.
En las semanas siguientes- agregó CNN- los militares insistieron en que había sido un ataque justificado contra un objetivo terrorista confirmado, “reconociendo que algunos civiles podrían haber resultado muertos”.
No obstante, el viernes el ejecutivo estadounidense finalmente admitió la equivocación. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ofreció sus “disculpas” a los familiares de las víctimas. “Ofrezco mis más profundas condolencias a los familiares supervivientes de los que murieron”, dijo Austin en un comunicado. “Pedimos disculpas y nos esforzaremos por aprender de este horrible error”.
Adicionalmente, señaló que se estaba estudiando la forma de indemnizar a las familias de los fallecidos.
Un Toyota blanco
Durante su pronunciamiento del viernes, el jefe del Comando Central de Estados Unidos dijo que el 29 de agosto las fuerzas estadounidenses habían rastreado un Toyota blanco durante ocho horas tras verlo en un lugar de Kabul donde los servicios de inteligencia creían que EI preparaba ataques contra el aeropuerto.
“Seleccionamos este coche basándonos en su movimiento en una zona conocida de interés para nosotros”, dijo McKenzie. “Está claro que nuestra inteligencia se equivocó con este Toyota blanco en particular”.
El ataque con drones mató a 10 personas, ninguno de los cuales estaba finalmente vinculado al EI.
El general McKenzie describió la operación como un “bombardeo en defensa propia” en medio de la preocupación por un ataque al aeropuerto en los últimos días de la caótica evacuación.
El 26 de agosto, un terrorista suicida del EI había matado a decenas de personas en el aeropuerto, incluidos 13 miembros del servicio estadounidense.
Enormes multitudes estaban allí clamando por entrar y subir a bordo de uno de los últimos vuelos de evacuación del país.
“Había más de 60 vectores de amenaza claros con los que estábamos tratando en ese momento”, dijo McKenzie.
Las autoridades estadounidenses creían que el coche había sido cargado con explosivos. El diario The New York Times informó que, en su lugar, estaba lleno de recipientes de agua.
McKenzie dijo que no se había visto a ningún civil en la zona en el momento en que se autorizó el ataque.
Uno de los muertos fue un afgano que trabajaba para un grupo de ayuda estadounidense, Ezmarai Ahmadi.
“Ahora sabemos que no había ninguna conexión entre el señor Ahmadi y el Estado Islámico de la Provincia de Jorasán”, dijo Austin.
Dijo que las actividades de Ahmadi ese día eran “completamente inofensivas”, y que el hombre era “una víctima tan inocente como lo fueron los otros trágicamente asesinados”.
El hermano de Ahmadi, Aimal, dijo a la AFP que el automóvil estaba lleno de niños jugando a que la maniobra del aparcamiento era una aventura.
“El cohete llegó y golpeó el coche lleno de niños dentro de nuestra casa”, dijo. “Los mató a todos”.
“Mi hermano y sus cuatro hijos murieron. Yo perdí a mi hija pequeña... sobrinos y sobrinas”, dijo desconsolado.
Con información de AFP