El secretario general de la ONU, António Guterres, propuso que los “grandes contaminantes” que hagan esfuerzos adicionales para reducir emisiones y que los países más ricos apoyen a las economías emergentes en estos esfuerzos.
“Estoy muy preocupado por la posición del mundo sobre el clima. Los países están muy lejos de cumplir sus promesas y compromisos climáticos. Veo falta de ambición, de confianza, de apoyo, de cooperación. Y una abundancia de problemas sobre claridad y credibilidad. La agenda climática está siendo socavada”, declaró Guterres, según un comunicado.
Además, aseguró que las políticas actuales llevarán al planeta a un aumento de 2,8 grados para finales de siglo y que para evitarlo será necesario reducir las emisiones de carbono un 45% para 2030.
“Pido a los países desarrollados que lleguen a cero emisiones lo más cerca posible de 2040. Y hay países que ya están anunciando el 2035, así que no pido lo imposible. Y pedir a las economías emergentes que lleguen a cero emisiones lo más cerca posible de 2050. Tenemos varias economías emergentes importantes que ya se han comprometido con 2050. Vietnam es un buen ejemplo”, manifestó.
Otra de sus propuestas es la de presionar a los bancos multilaterales de desarrollo para que adapten sus modelos de negocios para que los países en desarrollo puedan “aumentar masivamente” la inversión en energías renovables.
Tanto los países como las empresas deben comprometerse, según el plan de la ONU, a no usar carbón y a acabar con la financiación al mismo y dejar de conceder nuevas licencias al petróleo y al gas, entre otras medidas que abarcan un plan progresivo que permita llegar a los objetivos “de forma asequible y segura”.
Además, destacó que la industria de los combustibles fósiles tiene una “responsabilidad especial”.
“El año pasado, la industria del petróleo y el gas cosechó una ganancia inesperada récord de 4 mil millones de dólares (unos 3,6 mil millones de euros) en ingresos netos. Sin embargo, por cada dólar que gasta en exploración y perforación de petróleo y gas, solo cuatro centavos (unos tres céntimos) se destinan a energía limpia. Cambiar el futuro por 30 piezas de plata es inmoral”, agregó.
“Es hora de despertar y dar un paso adelante. Es hora de reconstruir la confianza basada en la justicia climática. Es hora de acelerar la transición justa hacia una economía verde. Todavía es posible limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados. Debemos considerar esto como un momento de esperanza”, pidió Guterres.
¿Es viable prohibir los vehículos a combustión para 2040, como propone el Gobierno colombiano?
El gremio vehicular y de combustibles se encuentra nuevamente en vilo tras las constantes subidas al precio de la gasolina y la posibilidad incluso de poner impuestos arancelarios a la importación de carros eléctricos al país, una nueva idea que habría surgido dentro de la cúpula gubernamental.
Durante el desarrollo de su gobierno, el presidente de la República, Gustavo Petro, ha manejado como una prioridad la transición energética y el paso a combustibles no contaminantes, lo que ya ha generado cierto malestar en algunos sectores productivos del país, que quedarían fuera de la industria nacional.
Entre esos, durante la época de campaña, resaltó el gremio vehicular y de transporte, a causa del temor ante una posible prohibición de los carros a combustión, con el fin de darle prioridad a una transición hacia los de tipo eléctrico.
Sin embargo, esta transición se ha dado de manera bastante lenta; de hecho, según un informe del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt), en 2022, en Colombia existían 18 millones de vehículos, de los cuales más de 8.200 son eléctricos.
Aunque no es una cifra menor, sí muestra que el país avanza a paso más lento que otras regiones. Tan solo en España, país que posee un número de habitantes similar a Colombia, se vendieron 36.452 carros eléctricos el año pasado, mientras que en toda Europa existen 1,57 millones de unidades.
Aun así, el Gobierno parece persistir en sus esfuerzos de impulsar el uso de estos vehículos, como lo expresó Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda y Crédito Público, en el BID Lab Forum, al mencionar cuatro transiciones que son fundamentales para el Gobierno nacional.
Entre ellas resaltaron sustituir las exportaciones de petróleo y carbón, aumentar los ingresos tributarios, reemplazar el consumo de combustibles fósiles para energías limpias y, por último, prohibir la entrada y matriculación de vehículos de comunicación interna a partir de 2040.
Esto alzó la atención, especialmente porque durante épocas anteriores, el presidente Gustavo Petro aseguró a través de su cuenta de Twitter que esto no estaba entre sus planes:
“¿Será extremismo decir que apoyaremos el uso del transporte eléctrico porque no contamina y no produce niños muertos por enfermedades respiratorias? No prohibiremos los carros a gasolina, amigos, no teman, solo quitaremos subsidios al etanol y los pasaremos a vehículos eléctricos”, trinó el actual presidente de la República en el año 2018.
Este nuevo pronunciamiento por parte de Bonilla generó nuevas posturas de algunas instituciones, entre la que resaltó la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), la cual a través de un comunicado expresó:
“Desde Andemos, consideramos que, aunque el objetivo es alcanzar cero emisiones, la fecha exacta para reemplazar por completo los combustibles fósiles en todo el mundo, incluyendo América Latina y Colombia, sigue siendo incierta. Mientras que la penetración de vehículos enchufables (eléctricos e híbridos enchufables) en el mundo fue del 13 % en 2022, en Colombia apenas alcanzó el 2,2 %”.
Sin embargo, Andemos aseguró que es importante desarrollar un plan de transición energética, que permita esta transición de manera gradual, no solo en cuanto a vehículos, también en combustibles, con el fin de evitar el uso de los más contaminantes.
*Con información de Europa Press