Las agencias de seguridad de Estados Unidos les siguen el rastro a dos embarcaciones que partieron de Irán y atraviesan el océano Atlántico. Pero las incógnitas dispararon las alarmas de los organismos de inteligencia. ¿Qué transportan los buques de guerra y hacia dónde se dirigen?

Los barcos partieron el mes pasado del puerto de Bandar Abbas, en el sur de Irán, según indicó el almirante Habibollah Sayyari. El oficial describió la misión como el viaje más largo y desafiante de la armada iraní hasta el momento. Y mientras sigue su recorrido, todas las miradas apuntan a Venezuela. La visita, que podría acarrear nuevas sanciones norteamericanas, tiene en vilo a la región.

Irán y Venezuela ponen a prueba a Biden con una presunta transferencia de armas | Foto: AP

Tras ser consultados por CNN, algunos funcionarios estadounidenses alertaron sobre la posibilidad de que Irán despache armamento al hemisferio occidental, específicamente a Venezuela. Esta teoría toma fuerza luego de que unas imágenes satelitales, obtenidas en abril, confirmaran la presencia de siete pequeños barcos de ataque rápido en la cubierta de una base flotante llamada Makra, la más grande fabricada en Irán. Este tipo de embarcaciones rápidas a menudo son utilizadas por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán en el golfo Pérsico para enfrentar barcos comerciales o militares, incluidos los de la Armada y la Guardia Costera estadounidense que operan allí.

Estados Unidos reaccionó inmediatamente. De acuerdo con una fuente anónima consultada por el medio Politico, el Gobierno de Joe Biden se comunicó con funcionarios venezolanos para advertirles que sería un error recibir esos buques. Al mismo tiempo, el Departamento de Defensa de ese país afirmó que la entrega de armas entre Irán y Venezuela es un “acto de provocación” y una “amenaza” para el hemisferio, según las declaraciones de John Kirby, portavoz del Pentágono a CNN.

A su vez, el asesor de asuntos hemisféricos de la Casa Blanca, Juan González, resaltó en entrevista con La Voz de América que la seguridad regional forma parte de los intereses de Estados Unidos, pero recordó que cada país tiene la libertad de decidir lo que es o no de su interés. No obstante, expresó que este tipo de acciones de Venezuela están “desestabilizando aún más la región”, y lanzó duros dardos al régimen venezolano. “Comprar armamento, en general, no le pone comida en la mesa a los venezolanos”.

En esta foto satelital proporcionada por Maxar Technologies, el buque de la armada iraní Makran es visto en el puerto de Bandar Abbas, Irán, el 28 de abril de 2021. Un destructor iraní y un buque de apoyo navegan ahora en el Océano Atlántico en una misión poco común lejos del islámico. República, informó la televisión estatal de Irán el jueves 10 de junio de 2021, sin ofrecer el destino final de los buques. ©2021 Maxar Technologies via AP) | Foto: AP

Desde hace unos meses, el régimen de Maduro ha mandado señales de humo para tratar de flexibilizar las sanciones en su contra, mediante el diálogo con la oposición. Sin embargo, la respuesta por parte de Biden no ha llegado. Las negociaciones con Irán podrían ser interpretadas como medidas desesperadas para presionar a Estados Unidos, pero podrían suscitar, en cambio, sendas represalias. Hay quienes comparan la tensión latente, y las hipotéticas consecuencias, con Cuba y la crisis de los misiles.

La relación entre Venezuela e Irán no es nueva. Ambos países ratificaron su alianza de “resistencia” ante las sanciones de Estados Unidos, y comunicaron que cooperarán entre sí en materia de defensa, energía y salud. Cooperación que se evidenció luego de que Irán enviara cinco buques cargados de gasolina a Venezuela para apaciguar una aguda escasez de combustible. Un pasado que le daría fuerza a otra de las teorías, en la que los buques de guerra podrían estar transportando millones de galones de combustible como estrategia para eludir las sanciones. Sin embargo, el contenido aún es un misterio.

El creciente interés de Irán en Latinoamérica fue lo que encendió las alarmas de Estados Unidos, porque aunque la alianza entre Teherán y Caracas es vieja, la región nunca ha sido su prioridad. Desde allí reaccionaron a las investigaciones norteamericanas clasificándolas de intromisión, y afirmando que la república islámica no violaría el derecho internacional, incluso si mandaran armamento a su aliado sudamericano.

“Irán se reserva el derecho de celebrar lazos comerciales en el marco de las leyes y regulaciones internacionales, y cualquier interferencia y seguimiento de estas es ilegal y ofensivo”, sostuvo el portavoz del Gobierno iraní Ali Rabiei.

La incertidumbre está en el aire, mientras que los buques de guerra avanzan hacia nuestro continente. Parecería que Maduro busca un cómplice ante las asfixiantes sanciones estadounidenses y encontró en Irán el aliado perfecto para llamar la atención. El tiro le podría salir por la culata.