Un descuido tan sencillo como un taxista sin tapabocas parece ser el motivo por el cual 12 millones de australianos volvieron al confinamiento obligatorio. La frustración y el miedo que hoy siente casi la mitad de la población en ese país los comparten India, Israel, Reino Unido, Portugal y Estados Unidos, entre otros, donde regresa el fantasma de las restricciones –como al inicio de la pandemia–, pero esta vez por una peligrosa y poderosa versión de la covid 19: la variante delta. El taxista vive en el área de Bondi, en Sídney, pero trabaja en el aeropuerto.

Allí recogió a miembros de la tripulación de un vuelo internacional para llevarlos al hotel donde deberían cumplir un periodo de cuarentena. El chofer no llevaba tapabocas ni guantes y no estaba vacunado. Poco después de esa desafortunada carrera, resultó enfermo con la covid, y, más grave aún, con la variante delta, convirtiéndose en el paciente cero de ese mal en Australia. Su afección deja varias preocupaciones al descubierto, de las cuales toma nota el mundo entero.

Europa está bajo alerta, y los que creyeron que la pandemia había terminado deben recular. Tras diez semanas de retroceso en el número de contagios, la Organización Mundial de la Salud entregó un nuevo balance poco alentador.

Para empezar, en las pocas horas que el taxista deambuló por su barrio, sin saber que tenía covid, infectó a 36 personas, demostrando que esta variante es más contagiosa que las demás. Su malestar es tan severo que no ha querido hablar con los medios de comunicación ni con la policía, a pesar de que dice que es víctima de amenazas y teme por su vida. Pero lo más preocupante para las autoridades de la salud es que, al igual que la gran mayoría de los australianos, el chofer no está vacunado.

La variante delta y su versión aún más agresiva, la delta plus, dividirán al mundo entre vacunados y no vacunados; asimismo, a las naciones, entre las que han tenido acceso a la vacuna o no. Australia solo ha inyectado a 5 por ciento de su población, y apenas el 26 por ciento cuenta con la primera dosis. Es por eso que, a diferencia de Estados Unidos y algunos países europeos, Australia cerrará de nuevo ante el peligro inminente. Su nombre científico es B.1.617 y se la detectó por primera vez en la India en octubre del año pasado; el 31 de mayo fue renombrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como delta. Ahora hay registro de su presencia en 93 países, 14 de ellos en América –sin incluir a Colombia– y en los 50 estados de Estados Unidos.

El segundo en padecerla es Reino Unido, donde reportan un índice de mortalidad 19 por ciento mayor al de la variante original o la alfa, también conocida como Kent. Se sabe que es hasta 60 por ciento más transmisible que las anteriores, y de ahí que las autoridades de la salud en Londres digan que es el motivo del contagio de las 120.000 personas que se infectaron en la última semana. El Gobierno de Boris Johnson se jacta de haber vacunado ya a 85 por ciento de la población adulta, pero eso no los blinda del todo.

Trabajadores médicos llevan en una camilla a un paciente sospechoso de tener virus a un hospital en Kommunarka, en las afueras de Moscú, ciudad altamente afectada por la variante Delta del coronavirus. (AP Foto / Alexander Zemlianichenko) | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

Delta es más agresiva que alfa cuando ataca a los jóvenes, y en esa nación, de casi 67 millones de personas, si bien han protegido a los mayores de 50, el resto ha recibido solo la primera dosis de la vacuna. Reino Unido dice que no cerrará de nuevo su economía, mientras otros países los ven como una amenaza; tanto es así que han impedido el ingreso de vuelos provenientes de esa nación. Europa está bajo alerta, y los que creyeron que la pandemia había terminado deben recular.

Tras diez semanas de retroceso en el número de contagios, la OMS entregó un nuevo balance poco alentador: “La semana pasada, el número de casos subió 10 por ciento debido al aumento de los contactos, los viajes y el fin de las restricciones sociales. Habrá una nueva ola en la región europea excepto si seguimos siendo disciplinados”, dijo Hans Kluge, director de esa organización en la región europea, que incluye 53 territorios.

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades estima que delta representará 90 por ciento de los casos en la Unión Europea antes de agosto, y la única manera de contenerla es vacunando. Alemania, donde 55 por ciento de la población ya recibió la primera dosis y 37 por ciento tiene ambas, reconoce que delta domina las nuevas infecciones. Según Jens Spahn, ministro de Salud alemán, la variante abarca 37 por ciento de los casos, pero eso cambiará. “Parto de la premisa de que en julio veremos que representa entre 70 y 80 por ciento de las infecciones”, dijo. Los países con más casos son India, Reino Unido, Canadá, España y Estados Unidos. En este último, se está revelando la brecha entre las comunidades vacunadas y las que no.

Al cierre de esta edición, 47,2 por ciento de los estadounidenses habían sido vacunados, pero no se cree que se llegue a la inmunidad de rebaño: es significativa la cantidad de republicanos que no confían en la vacuna, fuera de los evangélicos –que por motivos religiosos no se la aplicarán–, los miembros de movimientos que creen en las conspiraciones relacionadas con la vacuna y quienes viven en zonas rurales alejadas de los centros de inoculación.

“Desafortunadamente, esto podría llevar a que haya dos Américas –dijo Anthony Fauci, máximo experto en temas de covid en su país–: una en que la mayoría esté vacunada y otra en que las tasas de vacunación bajas podrían provocar picos de casos”. Uno de cada cuatro nuevos contagiados en Estados Unidos es por delta, y subirá drásticamente si se tiene en cuenta que solo en mayo de este año la nueva variante representaba 1,3 por ciento de los casos. Los expertos aseguran que dos dosis de Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca o una de Johnson & Johnson protegen contra la nueva variante, aunque algunos escépticos dicen que es muy temprano para saber si eso es cierto.

Por lo pronto, ya hay nuevas restricciones en Israel, India, Australia, Portugal, Hong Kong y Liberia, mientras en otras naciones retomaron la instrucción de volver a usar tapabocas e implementar el distanciamiento. Es decir que muchos regresan al escenario inicial de la pandemia en marzo del año pasado, pero con una gran diferencia: en ese entonces no existía la vacuna. Así como Fauci dice que habrá “dos Américas”, podrán existir ‘dos planetas’; pero de la sensatez de los que rechazan la vacuna y de la cooperación económica de los países más ricos dependerá que la humanidad salga de esta crisis como una especie solidaria y unida.