La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos ha sido un hito para el líder republicano y para todos los conservadores estadounidenses que, cansados de los movimientos progresistas, dieron un golpe sobre la mesa. Pero no solo se adueñaron de la Casa Blanca, también del control del Congreso. ¿Qué vendrá para Estados Unidos tras la triple victoria para el mandatario electo de la potencia más importante del mundo?
El Capitolio de Estados Unidos se ha convertido en un territorio favorable para el Partido Republicano y también en el escenario de poder de Donald Trump, porque su movimiento terminó adueñándose del Senado, tras ganarle cuatro escaños a los demócratas, y recuperó la cámara alta: ahora están 53-47 en los escaños, algo que les da mucho aire de cara al próximo gobierno.
Y la esperanza de los demócratas de hacerse con la Cámara de Representantes tampoco ocurrió. Ahora Trump tiene casi que libertad para presentar y aprobar las iniciativas que tenga en mente junto con su gabinete, que también ha sido criticado por varios sectores por su supuesto extremismo y falta de experiencia. Esta es parte de la estrategia del futuro mandatario para recuperar la economía y la confianza en la ciudadanía.
“Ha sido una victoria decisiva en todo el país. La gente quiere vernos poner en marcha y aplicar nuestro programa ‘Estados Unidos primero’”, afirmó el congresista republicano Mike Johnson, quien sería reelegido como presidente de la Cámara de Representantes si todo sigue su orden en el Capitolio en Washington, donde se mantendrá como uno de los grandes aliados de Donald Trump desde una distancia prudente, pero cercana a la Casa Blanca.
El nuevo mandatario no tendrá oposición para los nombramientos de su gabinete, los cuales por ley tienen que pasar por la aprobación del Congreso. Pero no es la primera vez que Trump tiene un escenario así, pues en su primer gobierno también tuvo mayoría en ambas cámaras, lo cual le dio muchas libertades, aunque para algunos no necesariamente es una vía libre en todos los aspectos.
Con esta ventaja, Trump podrá promulgar sin miedo las leyes para autorizar deportaciones masivas de inmigrantes ilegales, como prometió en campaña. Además, podría cortar las ayudas militares y económicas a Ucrania, promulgar desregulaciones a la economía y hacer más laxas leyes de posesión de armas de fuego. No obstante, en su agenda también tiene otras metas que no generan tanta división en Estados Unidos.
“Tenemos un programa para los primeros 100 días, bajando el costo de los alimentos, disminuyendo el precio de la energía, garantizando la seguridad de la frontera, poniendo en marcha la economía para que las familias que estaban pasando apuros puedan levantarse”, aseguró el congresista republicano Steve Scalise a los medios estadounidenses tras la victoria en Cámara de Representantes que consolidó el poder de su movimiento en Washington.
Pero ¿hasta qué punto puede llegar el poder de Trump? La realidad es que, si bien el presidente electo tendrá muchas facilidades, hay que tener en cuenta que su poder no es total en el Partido Republicano, ya que aún se mantienen varios congresistas que no son tan afines al líder natural de su movimiento y se cree que pueden votar en contra varias iniciativas gubernamentales a pesar de las críticas que generen sus votos a favor de los demócratas.
Además, si Trump quiere realizar cambios más que profundos en el país, tendrá que hacerlos lo más pronto posible, ya que en tan solo dos años serán las elecciones de mitad de mandato, en las que se elegirá la otra mitad del Congreso, e históricamente el partido que está en el Gobierno suele perder dichos comicios, por lo que si la historia continúa el idilio de la aplanadora de los republicanos podría durar más bien poco.