El Partido Liberal prepara un proyecto de ley en el Congreso de Brasil para amnistiar a todos los políticos que cometieron crímenes electorales en 2022, en la que es una clara maniobra para intentar revertir la inhabilitación del expresidente Jair Bolsonaro que se estudia estos días en el Tribunal Superior Electoral (TSE).
La propuesta es obra del diputado Ubiratan Sanderson y no incluiría a quienes hubieran cometido delitos de odio, terrorismo o tortura, informa O Globo.
Se trata de una maniobra desesperada si se tiene en cuenta que no solo debería contar con el aval de las dos cámaras, sino también con la rúbrica del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
No es la primera vez que el bolsonarismo intenta que el expresidente se libre de rendir cuentas ante los tribunales. En abril, el diputado de Republicanos Marcelo Crivell presentó un proyecto similar con el que buscaba amnistiar a todos aquellos que participaron en los ataques del 8 de enero, cuando ya se había instaurado la sospecha de que Bolsonaro habría actuado como autor intelectual de aquellos hechos.
Este nuevo intento se produce en un contexto en el que el TSE reanuda este jueves su tercera sesión del proceso que puede inhabilitar a Bolsonaro para los próximos ocho años. Se le acusa de abuso de poder y uso fraudulento de medios públicos por celebrar una reunión con decenas de diplomáticos extranjeros en el Palacio del Planalto con el fin de persuadirles de las deficiencias del sistema electoral brasileño y las urnas electrónicas.
Por el momento, el único en votar ha sido el instructor del caso, Benedito Gonçalves, quien ha defendido la inhabilitación de Bolsonaro. Formado por siete magistrados, se espera que cinco, de los cuatro que harían faltan, se decanten ya este jueves también por apoyar la suspensión del expresidente.
“El primero investigado violó ostensiblemente los deberes del presidente de la República, inscritos en la Constitución, en particular de velar por el libre ejercicio de los poderes constituidos y la seguridad interior”, afirmó el magistrado en la audiencia sentenciando su voto contra el expresidente.
Y acotó: “por la gran relevancia y desempeño discursivo para el proceso electoral y para la vida policial, no es posible hacer la vista gorda ante los efectos antidemocráticos de los discursos violentos y mentiras que ponen en entredicho la credibilidad de la Justicia Electoral”, según incluye G1.
Existe también la posibilidad, aunque remota, de que algunos de los siguientes jueces en votar —el bolsonarismo apuesta por Raul Araújo— solicite más tiempo para tomar una decisión, en ese caso, la votación se retrasaría 30 días más, que podrían ser prorrogados otros 30 días más, tras lo cual el proceso se retomaría.
El juicio por presunto abuso de poder
Entretanto, el jueves 22 de junio comenzó la primera sesión de su juicio en el que el TSE decide si cometió abuso de poder y usó de manera fraudulenta los recursos del Estado cuando reunió a más de 70 embajadores y diplomáticos extranjeros en dependencias del Palacio del Planalto para intentar persuadirles, sin pruebas, de las supuestas deficiencias del sistema electoral brasileño y las urnas electrónicas.
Tras la lectura del caso y la presentación de alegaciones, este próximo martes 27 de junio continuará el debate. Es de resaltar que, en este proceso, si cuatro jueces votan a favor, Bolsonaro podría salir ya inhabilitado para seguir practicando la política en su país. En caso de no haber consenso, la siguiente sesión sería el jueves de la misma semana, según lo planificado hasta el momento.
En caso de que alguno de los jueces solicite más tiempo para analizar el caso, la votación aplazaría otros 30 días, pero al estar de vacaciones al cumplirse ese plazo, la siguiente reunión no tendría lugar hasta el 22 de agosto. El asunto podría alargarse 30 días, pero ya requeriría el aval del presidente del tribunal, Alexandre de Moraes.
*Con información de Europa Press.