Mientras supervisa un campo de trigo, el agricultor Javier Sunblad dice estar “harto de política”. Sin mayor convicción, el productor lechero Máximo Russ votará por el libertario y ultraderechista Javier Milei. El campo, fuente de riqueza de Argentina, acude incómodo al balotaje presidencial.
En Saladillo, una ciudad de 30.000 habitantes a menos de 200 kilómetros de Buenos Aires, en el núcleo productivo agropecuario de Argentina, prevalece el voto de derecha con patronales rurales fuertemente antiperonistas, en contra del candidato Sergio Massa, actual ministro de Economía.
Massa, el más votado a nivel nacional en la primera vuelta (37 %), quedó tercero en Saladillo, detrás de Milei y de la excandidata conservadora de Juntos por el Cambio Patricia Bullrich, que apoyó al libertario al ser excluida del balotaje.
Pablo Cicaré, de 52 años y tercera generación en la comercialización ganadera, anticipa buenas ganancias de un rodeo de 200 vacas premium Angus con sus terneros al pie y nuevamente preñadas. Prefiere no develar su voto, pero está a favor “de exportar libremente”, como propugna Milei, y en contra de “políticas populistas”, que identifica con Massa. “Hace años que votamos no al que más nos gusta, sino al menos malo”, dijo. Sunblad, en cambio, no votará por Milei, pero tampoco confía del todo en Massa.
Desconfianza
Las exportaciones agropecuarias de Argentina, entre los principales productores de alimentos del mundo, representan casi 10 % del producto interno bruto del país. Pero si se cuenta la cadena productiva agroindustrial, la aportación al PIB llega al 25 %. Las calles tranquilas de Saladillo, de casas bajas y árboles floridos, son ajenas a la campaña electoral. Apenas un cartel de Massa en la ruta recuerda que hay elecciones. Ninguno de Milei.
“Personalmente, no me gusta ningún candidato”, aclara Sunblad, de 62 años de edad y con 30 al frente de una explotación agrícola ganadera de 2.000 hectáreas de soja, trigo y 400 cabezas de ganado. En el campo entusiasman las perspectivas de producción después de una campaña agrícola desastrosa por la peor sequía del siglo. Pero también hay temor a que si asume Massa el 10 de diciembre, el gobierno busque gravar aún más la renta agrícola.
“Pagar impuestos no es malo, pero si no los roban”, señaló el agricultor preocupado por el destino de la escuela rural, que se divisa al fondo de un camino de tierra, difícil de transitar cuando llueve. “Tiene 22 alumnos, hijos de los trabajadores del campo, ¿con Milei seguirá abierta?”, se preguntó. El libertario promueve un polémico modelo de pago para la educación pública “imposible de aplicar a escuelas como esta”, consideró.
Aun con desconfianza se inclina por Massa “porque en un país con mucha desigualdad económica, con 40 % de pobreza, tiene que haber un Estado fuerte”, dijo. “Mi esposa votará en blanco”, afirmó. Para el consultor político Carlos Germano, “Massa, aunque hizo todo lo posible, no pudo lograr la confianza del campo que pide previsibilidad con políticas de mediano y largo plazo”.
“Única opción”
Para Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina, Milei “es una opción, no una elección”. El campo lo vota cansado “por años de políticas agresivas” que resume en altos impuestos, topes a la exportación y control cambiario. La brecha entre el mercado oficial de cambios y el paralelo, de más del 150 %, atiza una inflación anualizada al 143 %.
En Junín, al noroeste de Saladillo, Máximo Russ declara su apoyo a Milei y no teme las medidas más polémicas del libertario que considera mero marketing político. “Mi candidata era Bullrich, pero la única opción que me queda es él. Estoy de acuerdo con sus ideas de abrir la economía, eliminar el déficit fiscal, bajar el gasto del gobierno, no entablar relaciones con gobiernos comunistas”, enumeró.
En cambio relativizó otras ideas del libertario con las que no comulga como la dolarización, la libre portación de armas o la venta de órganos humanos. “No las aplicará porque no tienen sentido. Son meras expresiones para atraer al público”, consideró.
Milei, una utopía
En 2022, el sector agropecuario exportó 49.581 millones de dólares, 8,5 % más que en 2021, un soporte vital para la endeudada economía argentina. “El campo tiene un lugar importantísimo en la vida pública, pesa económicamente en momentos de dificultades para sostener un ciclo de crecimiento”, apuntó el historiador Roy Hora, doctorado en la Universidad de Oxford y académico de la Universidad de Quilmes.
Pero su influencia política es muy poca. “El peronismo históricamente ha perjudicado al campo con políticas más favorables a otros sectores. Por eso siempre hay tensión”, recordó.
La derrota de Bullrich desplazó al campo “de su lugar natural de centroderecha hacia otro más radical, anti Estado y anti impuestos”, dijo. “Muchos productores ven a Milei como una luz al final del túnel, una suerte de utopía”.
*Con información de AFP.