Una experiencia sacada de una película, y de la que los usuarios en internet volvieron a hablar después de varios años, fue la que vivió un hombre que estaba buceando en el mar de Nueva Gales del Sur, pero no por la belleza de las profundidades, sino por una experiencia que nunca se imaginó que pasaría, pues de ser visitante de ese lugar terminó siendo presa de un enorme tiburón en cuestión de segundos.

Eric Nerhus es un experimentado buzo australiano que en el año 2007 se encontraba explorando los arrecifes de Cape Howard, cuando a lo lejos fue identificado por un tiburón de aproximadamente tres metros de largo.

Nerhus le contó a The Sun que ya estaba a punto de regresar a la superficie luego de buscar caracoles en el fondo del arrecife, cuando de repente fue atacado por el enorme depredador marino.

Eric, quien en ese entonces tenía 41 años, sólo pensó en que había llegado el momento de su muerte al ver las monstruosas mandíbulas abiertas y los filudos colmillos acercándose a su humanidad a toda velocidad.

El gran tiburón blanco, una de las especies más letales en el océano. | Foto: Getty Images

En un abrir y cerrar de ojos se encontraba de cabeza dentro del torso del tiburón. El hombre estaba siendo devorado. La criatura marina intentaba triturar sus extremidades inferiores con sus colmillos, mientras presionaba sus piernas con las mandíbulas.

Según el hombre, cuando abrió los ojos únicamente vio oscuridad al interior del enorme tiburón; en su mente rondaba el pensamiento de que todo estaba perdido para él.

“Un minuto era de día, al siguiente todo se volvió negro. Dentro de las mandíbulas estaba oscuro, no podía ver nada porque estaba mirando la parte posterior de su garganta”, contó Nerhus.

Según el hombre, cuando abrió los ojos solo vio oscuridad al interior del enorme tiburón, en su mente solo rondaba el pensamiento de que todo estaba perdido. | Foto: Facebook: Eric Nerhus

Sin embargo, para el tiburón, su presa se estaba convirtiendo en algo difícil de tragar debido a que el traje de buceo que portaba el hombre permitió brindarle algo de protección, lo que impedía el ingreso pleno de los colmillos al cuerpo de Eric.

El desespero del depredador lo llevó a incrementar su fuerza de mordida mientras sacudía el frágil cuerpo del buzo.

En medio del demoledor movimiento, el hombre logró sacar una de sus manos y ubicarla sobre un ojo del tiburón para luego presionar con una gran fuerza. La maniobra defensiva rindió frutos y el tiburón liberó a Nerhus para tomar distancia.

En medio del demoledor movimiento, el hombre logró sacar una de sus manos y ubicarla sobre un ojo del tiburón para luego presionar con una gran fuerza. | Foto: Corales de Paz

Pero el peligro estaba latente, las heridas profundas del buzo impulsaron la idea de que los tiburones en ocasiones sueltan a sus presas luego de un ataque para dejar que se desangren y luego contraatacar. A pesar de ello, aprovechó la oportunidad y como pudo regresó a la superficie en donde su hijo lo estaba esperando a bordo de un barco.

Eric fue trasladado a un hospital para ser atendido por las múltiples heridas generadas por las mordidas casi mortales que le dio el tiburón.

“Me alegro de estar todavía aquí. A veces tienes un descanso en la vida... Soy un hombre trabajador que sólo quería sobrevivir”, expresó Eric Nerhus al medio británico.

Eric fue trasladado a un hospital en donde se trataron las múltiples heridas generadas por las mordidas mortales que le dio el tiburón. | Foto: Libre de derechos

Otros encuentros

Un fuerte susto se llevaron unos pescadores en Estados Unidos que, mientras hacían un paseo de pesca deportiva por la Costa de Venice, en Luoisiana, vieron cómo los tiburones se acercaron peligrosamente hasta ellos. Por suerte para estos jóvenes, las víctimas no eran ellos y salieron ilesos de este momento de pánico.

El video que se hizo viral rápidamente en redes sociales fue grabado y publicado por Dillon May, quien paseaba por el mar junto a su novia, varios amigos y el capitán del barco en el que se transportaban. Este hombre contó que sintieron bastante miedo cuando se dieron cuenta de que los tiburones llegaron hasta su barco, en busca de un grupo de peces que estaba pasando por debajo de ellos.

Los pescadores, en un principio, pensaron que el movimiento del agua y las burbujas se debían a un sucedo natural que no debía generar preocupación, sin embargo, cuando comenzaron a ver los grandes tiburones que se acercaron al barco, notaron que estaban peleándose por comerse a los peces que estaban pasando muy cerca de ellos. El pánico no se hizo esperar.