Brasil ha sido uno de los países más afectados por la pandemia de covid-19. El gigante sudamericano se encuentra entre las cinco naciones con más casos y decesos por la enfermedad. Este impacto también se ha reflejado en la pérdida de puestos de trabajo y en la disminución de los ingresos de las personas más pobres, lo que ha exacerbado la desigualdad.

De acuerdo con un estudio de la reconocida Fundación Getulio Vargas (FGV), que fue recogido por Bloomberg, el ingreso promedio per cápita de los brasileños cayó a 995 reales (195 dólares) en el primer trimestre de este año. Esta cifra, según señala el medio estadounidense, es la más baja en una década y es 11,3 % menor que la del mismo período de 2020.

El reporte manifiesta que los ciudadanos más vulnerables han sido los más afectados. Según las cifras reportadas, el 40 % más pobre del país perdió el 20,8 % de sus ingresos en 2020. Lo anterior ha tenido incidencia en el coeficiente Gini del país, un indicador que mide la desigualdad. Este alcanzó 0,674 en los primeros tres meses, la marca más alta desde 2012. De acuerdo con esta escala mientras la cifra esté más cerca de uno significa que hay mayor desigualdad.

Esta realidad, según los autores del estudio, ha hecho que la ciudadanía brasileña se sienta más infeliz y enojada. Según señala Bloomberg, el índice de felicidad media de los brasileños, medida en una escala de cero a diez, alcanzó el 6,1 el año pasado, 0,4 puntos menos que en 2019 y el punto más bajo desde 2006.

La pérdida de la felicidad se reflejó con mayor intensidad en las personas con mayor pobreza. Para el 40% más pobre, la caída fue de 0,8 puntos; mientras que entre el 20 % más rico hubo un ligero aumento. Así mismo, de acuerdo con el estudio, el sentimiento de ira también aumentó: pasó del 19 % en 2019 al 24 % en 2020.

Después de Estados Unidos, Brasil es el país con más víctimas del coronavirus, con 490.696 muertos y 17.533.221 casos. Le siguen India, con 379.573 muertos (29.633.105 casos), México, con 230.428 muertos (2.459.601 casos), y Perú, con 189.261 muertos (2.007.477 casos).

La gestión de la pandemia por parte del gobierno del presidente Jair Bolsonaro ha sido duramente cuestionada. Precisamente, este miércoles exgobernador de Río de Janeiro Wilson Witzel acusó al mandatario de haber dejado a los gobiernos locales “a merced de la desgracia que vendría” con la pandemia y de crear “una narrativa para escapar de las consecuencias”.

Witzel, aliado de Bolsonaro en la campaña electoral que le llevaría al Palacio de Planalto, acusó al Gobierno Federal de elaborar “una narrativa” con la que situar a los gobiernos estatales y locales “en una situación de fragilidad”, pues al tomar ciertas medidas contra la pandemia, como la del confinamiento o la del distanciamiento social, se resentía la economía.

“El Gobierno Federal, para escapar de las consecuencias de lo que vendría en la pandemia, creó una narrativa estratégicamente pensada”, dijo Witzel en su intervención en la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI), encargada de investigar la labor del Gobierno durante la pandemia.

“El presidente dejó a los gobernadores a merced de la desgracia que vendría. El responsable de las 400.000 muertes tiene nombre, dirección y debe ser responsabilizado”, manifestó Witzel, cuya delicada relación con Bolsonaro desde que éste fue elegido presidente acabó por estallar por sus diferencias acerca de como tratar la crisis sanitaria.

Con información de Europa Press