La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil se juega también en las redes sociales, donde los partidarios del actual presidente Jair Bolsonaro y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva vienen usando diversas estrategias de desinformación para desacreditar al adversario.
Estos son algunos de los ejemplos de contenido manipulado que constató la AFP a medida que se acerca el balotaje del 30 de octubre.
Frases reales fuera de contexto
Una de las técnicas más utilizadas es la divulgación de fragmentos incompletos de un video para que parezca que un candidato defiende una determinada idea, cuando el extracto completo revela exactamente lo contrario.
Un ejemplo de ello fue un video viralizado entre bolsonaristas el miércoles, con la ayuda de figuras influyentes como el pastor evangélico Silas Malafaia, en que Lula da Silva afirma: “Preciso mentir, los políticos tienen que mentir”.
En realidad, en la frase completa durante su entrevista con el podcast Flow, Lula atribuye esas palabras a Bolsonaro, a quien tilda de “mentiroso compulsivo”, pocos segundos después. El presidente ultraderechista también fue objeto de este tipo de técnicas para engañar a los internautas.
En uno de estos extractos, Bolsonaro parece afirmar que, en caso de que gane la reelección, nombrará como ministro al expresidente Fernando Collor de Mello (1990-92), y que juntos trabajarán para “confiscar las jubilaciones”. Sin embargo, el actual mandatario estaba refiriéndose a supuestos “rumores” difundidos por sus adversarios, según se entiende en el video completo.
“Marea rosa” en Latinoamérica
La victoria reciente de gobiernos de izquierda en países de Latinoamérica -Alberto Fernández en Argentina, Gustavo Petro en Colombia y Gabriel Boric en Chile- ha generado una avalancha de desinformación sobre lo que podría pasar en Brasil si Lula gana la presidencia.
Un caso es el de una “autorización de pedofilia” atribuida al gobierno de Petro en Colombia. Las publicaciones se basan en una medida que autorizó el casamiento a partir de los 14 años sin permiso de los responsables, adoptada sin embargo en 2021, cuando Iván Duque era presidente.
Otro ejemplo fueron las publicaciones que alertaban sobre “agricultores atacados en Argentina por la población hambrienta”, usando videos de saqueos que en realidad fueron grabados en abril de 2021 en Colombia, durante una ola de protestas contra el gobierno de Duque.
También se volvieron virales varios videos de las protestas masivas en Chile en 2019, como si se tratase de manifestaciones de este año contra el izquierdista Gabriel Boric, que asumió en marzo pasado.
Encuestas apócrifas
La reputación de las encuestadoras se ha visto fuertemente cuestionada tras el resultado de la primera vuelta, en la que Bolsonaro obtuvo una votación significativamente mayor a la que mostraban los sondeos en los días y meses previos. Pero la desinformación ha echado todavía más leña a esta hoguera, con publicaciones que traen sondeos falsos o no homologados por las autoridades electorales.
También se diseminaron montajes de informes televisivos con el sonido y los gráficos adulterados, para dar la impresión de que un determinado candidato lleva la delantera, a contramano del resultado verdadero de las encuestas publicadas por los medios.
Artículos falsos
Otras publicaciones que han circulado muestran capturas de pantalla que imitan el estilo gráfico de fuentes confiables de información, en un intento de disfrazar contenidos falsos o engañosos. Una de estas piezas afirma, emulando la estética del sitio de noticias G1 del grupo Globo, que Lula obligará a todos los brasileños a entregar sus armas en caso de que gane la elección.
El sitio Jovem Pan, cuyos contenidos en general son favorables a Bolsonaro, también fue objeto de este tipo de montaje, cuando le atribuyeron una publicación que indicaba que Bolsonaro había obtenido el “99% de los votos” entre los brasileños que viven en Nueva Zelanda. De acuerdo con los resultados oficiales, Bolsonaro conquistó el 73% de los 448 votos emitidos en ese país de Oceanía.
Con información de AFP.