Rumania, país fronterizo con Ucrania, distribuirá gratuitamente la semana próxima pastillas de yodo a la población, para “prepararse” a un eventual incidente nuclear relacionado con la invasión rusa a Ucrania, anunció el martes el Gobierno.

“No podemos descartar totalmente” ese riesgo y “sabemos que en caso de accidente, no hay tiempo para distribuir las pastillas”, declaró el ministro de Salud, Alexandru Rafila, en conferencia de prensa.

“No deben ser tomadas de manera preventiva”, insistió, y anunció el lanzamiento de una campaña de información.

Los médicos generalistas estarán encargados de repartir las dosis en ese país de la Unión Europea (UE) cuya “memoria colectiva” está marcada por la catástrofe de Chernóbil, según él.

Desde el inicio de la ofensiva militar rusa el 24 de febrero, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) advierte contra los peligros de esta guerra, la primera que se lleva a cabo en un país dotado de vastos complejos nucleares, entre ellos quince reactores.

Las pastillas de yodo están destinadas a prevenir el cáncer de tiroides en caso de emisiones radioactivas provocadas por un accidente nuclear. Saturada de yodo estable, como una esponja, la glándula tiroides ya no puede fijar el yodo radioactivo, que podrá entonces ser rápidamente eliminado por la orina.

Las pastillas deben ser administradas únicamente por instrucción de las autoridades, una hora antes de la exposición a la radioactividad y a más tardar entre las 6 y 12 horas siguientes, en un perímetro de veinte kilómetros del sitio de un incidente nuclear.

¿Un ápice de esperanza?

Esta noticia se dio luego del anuncio del Gobierno de Rusia, el cual se comprometió este 29 de marzo a reducir la actividad militar en torno a Kiev tras las “significativas” conversaciones mantenidas con Ucrania en Estambul, aunque Estados Unidos puso en duda la “seriedad” de Moscú en esas negociaciones.

El viceministro de Defensa ruso, Alexánder Fomín, dijo tras la reunión que “las negociaciones sobre un acuerdo de neutralidad y el estatuto no nuclear de Ucrania entran en una dimensión práctica”.

En consecuencia, prosiguió, Rusia decidió reducir de manera “radical” su actividad militar en torno a Kiev, la capital del país, y en Chernígov (norte).

El jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinksi, aseguró que las negociaciones fueron “significativas”.

Por su parte, el negociador ucraniano, David Arakhamia, consideró que ahora existen condiciones “suficientes” para una cumbre entre el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y el de Rusia, Vladimir Putin. Arakhamia pidió “un mecanismo internacional de garantías donde los países garantes actúen de forma análoga al capítulo 5º de la Otan”, que estipula que el ataque contra un país miembro de la alianza es una agresión contra todo el pacto.

Pero Estados Unidos, por el momento, no ve que Rusia haya dado pasos concretos hacia la paz con la exrepública soviética.

“No he visto nada que sugiera que se esté avanzando de manera efectiva, porque no hemos visto señales de una seriedad real” de parte de Rusia, dijo el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, en una conferencia de prensa en Marruecos.

El Gobierno británico indicó por su lado que juzgaría la actitud de Putin y de su gobierno “por sus actos, no por sus palabras”.

Cabe recordar que las bolsas se mostraron menos escépticas y operaron con fuertes ganancias que llegaron a superar el 3 % en Berlín y París.

*Con información de AFP.

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