Zanziman Ellie es un joven de 23 años que ha sido apodado como el ‘niño de la selva’ o el ‘niño mono’ debido a su apariencia física que lo ha llevado a ser víctima de acoso y burlas a lo largo de los años, llevándolo incluso a aislarse por completo de la sociedad.
Ellie sufre un trastorno conocido como microcefalia, una afección en la cual la cabeza de una persona es mucho más pequeña de lo normal que la de otras de su misma edad. “La microcefalia se presenta con mayor frecuencia debido a que el cerebro no logra crecer a una tasa normal”, explica Medline Plus, sitio de salud de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
“Las enfermedades que afectan el crecimiento cerebral pueden provocar un tamaño de la cabeza más pequeño de lo normal. Esto incluye infecciones, trastornos genéticos y desnutrición grave”, añade el sitio.
Esta enfermedad ha impedido que Zanziman Ellie pueda desempeñar una vida normal en Ruanda, su país de origen, pues a diario recibía comentarios despectivos que lo llevaron finalmente a refugiarse en la selva, el lugar donde encontró paz rodeado de animales y vegetación.
La historia del joven se dio a conocer gracias a un documental realizado por AfrimaxTV y titulado ‘Nacido diferente’. En el audiovisual, su madre revela varios aspectos de cómo es la vida del llamado ‘niño mono’, a quien describe como un “regalo de Dios”, ya que antes de Ellie, la mujer había perdido seis hijos que murieron al nacer.
“Tan pronto como lo tuve supimos que era un mensaje de Dios para nosotros, un mensaje de esperanza”, cuenta la mujer, quien señaló que ama a su hijo tal y como es, por lo que estaría dispuesta a dar su vida para que a él no le faltara nada.
El joven tiene problemas de habla y de escucha, pues, según relata su madre, desde pequeño se le ha negado el acceso a la educación debido a que es perseguido y ridiculizado por otras personas. Por esta razón, Ellie encontró su lugar en el bosque, donde pasaba la mayor parte de su tiempo y donde descubrió que una de sus actividades favoritas era correr.
“No le gusta la comida preparada, prefiere comer plátanos. No sabe nada, no puede hacer nada”, dice la mujer que reveló que en varias ocasiones tuvo que amarrar a su hijo con una cuerda para que no se le perdiera. Sumado a esta situación, su familia tampoco contaba con suficientes recursos económicos.
Después de que se diera a conocer su historia y la misma se viralizara, se realizó una recaudación de fondos que permitió transformar la vida del ‘niño mono’ y de su familia. Hoy en día, Ellie asiste al Centro Comunitario de Ubumwe, una escuela para personas con necesidades especiales en Ruanda.
Allí, el joven ha encontrado un nuevo espacio de paz donde desarrolla actividades que en un principio y dadas las situaciones que ha vivido, parecían que nunca iba a lograr. “Dios es un hacedor de milagros. Estaba siendo ridiculizado y a menudo corría detrás de él, en este momento está en la escuela con sus compañeros y estoy muy feliz”, contó la madre.
Con el paso del tiempo, según cuentan los profesores del lugar, Ellie ha aprendido a socializar poco a poco con más personas y realizar actividades esenciales como limpiarse los dientes, lavar su ropa y asearse el cuerpo, esas mismas cosas que no pudo aprender debido al rechazo del que era víctima.
Con ayuda del dinero recaudado, además de conseguir los fondos para la educación, Allie y su mamá pudieron comprar una nueva casa en Ruanda, al mismo tiempo que han dejado un gran ejemplo de resiliencia para la sociedad.