Nash, una pequeña población en el Estado de Texas, en Estados Unidos, se convirtió en el escenario de un reciente caso de parricidio que conmocionó a sus pobladores, en medio de una historia que también ha llamado la atención por las explicaciones que adujo el responsable, cuando fue detenido e interrogado para determinar las razones que lo movieron a acabar con la vida de sus padres y sus hermanos.

El caso, ocurrido el pasado 23 de mayo, tiene como protagonista a un joven de 18 años, identificado como Cesar Olalde, quien se entregó a las autoridades tras ser requerido por estas como responsable del asesinato de todos los miembros de su familia nuclear; sus padres y hermanos, advirtiendo que el hecho lo adelantaba en ‘defensa propia’, al advertir que ellos eran caníbales, y que él sería la próxima víctima.

Así, en medio de una acalorada discusión, el joven decidió quitarle la vida a sus familiares, en un hecho que trastocó la paz de su vecindario, y que motivó a los vecinos a dar parte a las autoridades, las cuales llegaron hasta el lugar para ponerse a cargo de la situación, evidenciando en la casa de la familia Olalde el traumático escenario de muerte.

El joven fue capturado y enviado a la cárcel. | Foto: Getty Images

Además de los cuerpos, en la casa de la familia Olalde, fue encontrado el joven, que para el momento de la llegada de las autoridades, se encontraba en posesión de un arma de fuego.

Si bien la policía llegó hasta el lugar, la captura del joven de 18 años, responsable de la masacre, no se llevó a cabo a través de una operación violenta, sino que por el contrario, los uniformados recurrieron al diálogo con el joven, logrando que este se entregara por voluntad propia a la justicia.

Según el reporte de las autoridades, en el lugar fueron hallados 4 cuerpos sin vida, que correspondían a los cadáveres de: Ruben Olalde y Aida García-Mendoza; los padres del joven asesino, además de Lisbet Olalde, y Oliver Olalde, hermanos del victimario.

Medios locales en Estados Unidos incluso explicaron que el panorama era aún más sombrío, si se tiene en cuenta que uno de los hermanos, víctima del pistolero, era un menor de tan solo 5 años de edad.

En medio de los hechos relacionados con esta matanza, también se ha conocido que, las primeras personas que llegaron hasta la residencia y evidenciaron el parricidio, fueron una pareja de amigos y vecinos, quienes tras constatar la presencia del hombre armado, optaron por retirarse del lugar, no sin antes haber intentado sostener una conversación con el joven, quien explicó que las razones que lo motivaron al crimen eran de ‘defensa propia’, entregando la misma explicación sobre la existencia de intenciones caníbales por parte de sus familiares.

Sin embargo, la línea de emergencia no solo fue avisada por parte de los vecinos, sino que al parecer, según recogen medios locales, el reporte de las autoridades también da cuenta de una llamada realizada por un hombre joven que, tras comunicarse con el 911 advirtió haber incurrido en un crimen, explicando que ‘activó’ su arma en contra de sus familiares; una advertencia que ahora se estudia si correspondía o no a Olalde.

Autoridades reportaron también haber recibido la llamada de un hombre que había aceptado haber disparado contra los miembros de su propia familia. | Foto: Peter Dazeley

Ahora, tras los hechos confesados por el joven, la justicia estudia su castigo, pues pese a tratarse de un escenario de homicidio capital, que puede acarrear una pena de muerte o de prisión perpetua, las autoridades también deben estudiar la existencia de eventuales trastornos en el joven, ello basado en los argumentos que adujo para su matanza.

Mientras la justicia decide el castigo más adecuado para el joven, afuera, sus familiares sobrevivientes, más precisamente una hermana mayor, avanzan en el proceso de velación y funeral de sus seres queridos. Proceso para el cual debió abrir una colecta debido a los altos costos de las diligencias funerarias, hecho al que ha respondido de forma positiva la comunidad que sigue horrorizada por lo ocurrido.

La hija mayor de la familia asesinada debió ponerse al frente de las labores fúnebres de sus padres a través de una colecta. | Foto: DIGIcal