Italia es conocida por sus emblemáticas e históricas infraestructuras, como el Coliseo romano, un lugar que de acuerdo a National Geographic llegó a acoger hasta 50.000 espectadores de las luchas con las que solían divertirse los gobernantes y ciudadanos de la época, después de su inauguración en el año 80 d.c.
Sin embargo, ese país europeo y más concretamente su capital, Roma, es escenario también de lo que pocos fuera del continente conocen, como el cementerio para animales. El lugar, que conmemora este año su aniversario número 100, es epicentro de un sinnúmero de anécdotas que empiezan por quienes en vida fueron sus dueños o amos.
Este sitio es casa de perros, gatos y una diversidad de animales que, con el paso de los años, fueron teniendo cabida en el suroeste de la capital italiana. Suele reconocerse como la “Casa Rosa” e incluye tumbas adornadas, algunas con la foto de las mascotas, mensajes y hasta pequeños altares en madera; además, el contraste es notorio entre las que tienen “colores vivos” y aquellas con un semblante más opaco.
La mascota de Mussolini
Una de las tumbas que mayor curiosidad despierta es la de la mascota de los hijos de Benito Mussolini, recordado como el dictador fascista que encabezó el gobierno italiano entre 1922 y 1943. “Todo comenzó realmente con la gallina de Mussolini”, dijo a la agencia AFP Luigi Molon, quien no solo es el propietario del lugar sino hijo del veterinario de confianza de los Mussolini.
“Como no tenía un lugar para enterrarla (…) la trajo aquí, donde sus hijos solían venir con flores para recordar los momentos felices que pasaron juntos”, agregó sobre el ave que había sido obtenida durante una feria. Desde pequeña se convirtió en la “amada” compañera de juegos y tras su muerte fue sepultada en un terreno de la familia Molon.
Muchas de las mascotas que “reposan” en ese sitio pertenecían a otros personajes famosos como el cineasta Federico Fellini, Brigitte Bardot, cuyo perro murió durante un rodaje en Roma y la actriz ganadora del Oscar (1955), Anna Magnani.
Algunas sepulturas tienen escritos nombres que no pasan desapercibidos como Lord Byron, un setter irlandés. Otras prefieren evocar, con frases, el amor que sus dueños les tuvieron durante el tiempo compartido.
“La casa está vacía sin ti”
“Te amo” o “la casa está vacía sin ti” son algunas de las inscripciones que se leen en tumbas como la de Ringo, un pastor alemán que murió en 1979. Algunas incluyen fotos de los difuntos: Billo, el perro al que se le observa junto a su familia, mientras que Jack, un pastor, es recordado con imágenes de cuando era cachorro y luego su etapa de adulto.
“Eras un diablito lindo, corrías por todos lados, nos dejaste demasiado pronto” es el mensaje que acompaña el sitio donde “reposa” el gato Giotto (su deceso se registró hace dos años). La frase incluye “ahora puedes saltar y escalar entre las nubes”.
Según el dueño de este cementerio, algunos propietarios no pierden oportunidad para visitar a quienes en vida fueron su fiel compañía. Ese recorrido lo hacen cada semana, pero hay a quienes observa todos los días. La que ya es considerada como un “arca de Noé” congrega desde caballos y conejos hasta tortugas y una leona.
**Con información de AFP**