En los cinco meses que lleva en el poder, el presidente argentino, Javier Milei, no se ha cansado de casar peleas con líderes de todo el mundo. Esta semana, el nuevo enfrentamiento fue con Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, llegando a tal punto que tomó la determinación de retirar a su embajadora en Buenos Aires, un negativo precedente para la historia de las relaciones de las dos naciones.
La pugna se inició el pasado domingo en un evento organizado por el partido español de ultraderecha Vox. En el foro, el argentino voló a Madrid para dar un discurso sobre sus ideas libertarias y presentar su nuevo libro. El trayecto también estuvo rodeado por polémica al ser para fines privados, pero pagado con dineros públicos, por lo cual fue denunciado ante la justicia por miembros de la oposición. El Gobierno sostiene que era un viaje oficial porque se reunió con empresarios españoles.
Pero la tormenta política se desató con el discurso del presidente libertario. En él, sin nombrarlos, arremetió contra el presidente español, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, la cual fue denunciada por un escándalo de corrupción en el que supuestamente habría ayudado a empresarios amigos a salvarse de la bancarrota otorgando millonarios rescates o influyendo para que se les otorgara préstamos con otras entidades.
“No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso pueden llegar a generar. Aun cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se toma cinco días para pensarlo”, manifestó el mandatario argentino en su discurso en Madrid. Esto a pesar de que no se han comprobado las acusaciones contra la esposa del mandatario español.
De inmediato, el Gobierno de España mostró su indignación y además de llamar a consultas a su embajadora en Argentina, requirió a Milei para que se disculpara por sus declaraciones. “España exige también al señor Milei disculpas públicas. En caso de no producirse esas disculpas, tomaremos todas las medidas que creemos oportunas para defender nuestra soberanía”, manifestó el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Luego, hubo una serie de rifirrafes entre los mandatarios. Primero, Milei afirmó que no iba a disculparse, y explicó que no mencionó a nadie en concreto y que funcionarios españoles lo habían tratado de “xenófobo, racista, ultraderechista (...) negacionista de la ciencia y misógino”, y que la crisis estaba coordinada con la oposición de izquierda. Después, Sánchez dijo que el argentino “no estaba a la altura” de su cargo. Más tarde hubo otra respuesta desde Buenos Aires, diciendo que era un problema entre personas y no debía afectar a los países.
Sin embargo, la crisis alcanzó otra dimensión. España retiró a su embajadora en Buenos Aires de manera definitiva. “Es un disparate propio de un socialista arrogante”, fue como calificó Milei la crisis diplomática. “Esto mancha la imagen internacional de España y (evidencia) lo arrogantes que son, como creerse que son el Estado y que nadie puede decirles nada”, manifestó el mandatario en una entrevista con el canal LN+.
Ahora surge la duda de qué viene para ambos países tras la generación de la crisis diplomáticas, mientras cada bando le echa la culpa al otro de agredir primero. “Esta crisis diplomática fue alevosamente buscada por el Gobierno socialista de España. Y esto no es de los últimos días, sino que lleva ya varios meses. Durante las elecciones presidenciales del año pasado, Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno español, se dedicó a hacer campaña política en favor del candidato kirchnerista, enviando incluso videos de apoyo. Una vez que ganó Milei, Sánchez expresó su furia públicamente”, opinó a SEMANA el politólogo y escritor Agustín Laje.
Para otros, sin embargo, la culpa viene de parte del mandatario argentino, quien desde que llegó al poder ya ha tenido roces y peleas con los mandatarios de Colombia, México y Brasil. Incluso, en el caso colombiano, también la ruptura de relaciones estuvo muy cerca de ser una realidad, luego de que Milei tratara a Gustavo Petro de ser un “asesino terrorista”. Pero luego, el argentino recordó que el colombiano lo había comparado con Adolf Hitler.
“Es una muestra de las dos variables en que se mueve Milei a nivel internacional. La primera fue un capricho ideológico. Este fue el caso de España, va a una conferencia de Vox, un partido que salió tercero en las elecciones y que solo tiene lógica política, ni comercial, ni económica. De hecho, lleva siete viajes al exterior y solamente tuvo uno con reuniones bilaterales, que fue en Israel, todo el resto fueron ideológicos. Y la otra, es el capricho místico de Milei, por ejemplo, se nota mucho en Israel, donde, de hecho, quiere mudar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, lo que sería un gran lío, porque, según él, se lo dijo el rey David en un sueño”, afirma el escritor Juan Luis González.
Sobre el futuro de las relaciones entre Argentina y España, parece que el punto de quiebre será si Javier Milei les presenta disculpas al presidente Pedro Sánchez y a su esposa. Más aún con las preocupaciones crecientes de qué tanto puede afectar esto a las relaciones bilaterales, teniendo en cuenta que más de 300.000 argentinos viven en el país ibérico.
“Milei no confunde su persona con el Estado, sabe separar sus conflictos personales de lo que incumbe a las relaciones entre naciones. Por eso, no retirará al embajador argentino en España. Ahora bien, tampoco pedirá perdón por un motivo bien sencillo: nadie debe pedir perdón por decir una verdad, por más incómoda que resulte”, dice Agustín Laje a SEMANA sobre si cree que el mandatario debería disculparse.
Más voces en Argentina catalogan que el mandatario no debe disculparse, ya que él solo respondió a los múltiples ataques que ha recibido. “Lo han llamado drogadicto, fascista y ultraderechista, todas cosas falsas. Y Milei apenas hizo una sola mención sin dar nombres. Así que la reacción enloquecida del Gobierno español es problema de ellos. La Argentina no tiene que hacer nada. Ya va a pasar. Es una crisis pasajera”, afirma el escritor argentino Alejandro Rozitchner.
De igual manera, muchas personas se cuestionan si el presidente argentino seguirá con su atropellado manejo de las relaciones internacionales y diplomáticas con sus homólogos. “Milei tiene un rasgo de su personalidad: que es confrontativo y no calla lo que piensa, lo cual me parece muy valioso y una renovación en el universo político tan acostumbrado a la hipocresía. Por otra parte, es una persona que está haciendo política, pero no un político de raza”, dice Rozitchner a SEMANA.
Las relaciones diplomáticas entre Argentina y España siguen en su momento más tenso de la historia moderna. Si bien se cree que podrían normalizarse en cualquier instante, por ahora, cada uno mantiene su distancia en esta guerra entre Milei y Sánchez, que apenas tiene sus primeros capítulos.