Los aparatos especialmente diseñados para luchar contra el fuego, como los bombarderos de agua, se reducen a los CL-215 y CL-415, los famosos Canadair (con una capacidad de 6.000 litros); el hidroavión ruso Beriev Be-200 y el chino AG-600, que todavía no está en servicio.

Los otros modelos son aviones de transporte transformados para expulsar agua o productos retardantes, que tienen que posarse para repostar su cisterna. Es el caso del Dash-8, convertido en bombardero de agua con capacidad de 10.000 litros.

Los aviones de transporte militar, como el C-130 estadounidense (15.000 litros) o el Airbus A400M -que de momento está en fase de pruebas- también se pueden utilizar contra el fuego, así como aviones de línea (Boeing 737 o 747, capaces de expulsar 74.000 litros en cada intervención).

Helicópteros de bomberos operan sobre un incendio forestal cerca de la base militar de Kapota en la montaña Parnitha, en el suburbio de Acharnes, en el norte de Atenas, Grecia, el miércoles 23 de agosto de 2023. | Foto: Copyright 2022 The Associated Press. All rights reserved

Aviones “muy manejables” como los Canadair pueden recoger agua en puntos cercanos y volver a expulsarla rápidamente en espacios muy reducidos, explica a la agencia AFP John Gradek, especialista en aeronáutica en la Universidad McGill de Montreal.

“Este avión se utiliza mejor cerca de infraestructuras que necesitan una extinción inmediata de los incendios. En cambio, si se está lejos de la civilización y de las infraestructuras, puede ser reemplazado por un avión de reacción con un radio de acción más largo”, dice.

Otros modelos más pequeños sirven para detectar el origen del fuego o apagar los focos antes de que se extiendan, como el Air Tractor AT-802, que tiene una cisterna de 3.000 litros. En un principio, fue diseñado para labores de pulverización agrícola.

Se suman a la lista los helicópteros bombarderos de agua como el Kamov ruso, el Chinook estadounidense o el Super Puma europeo.

En propiedad o de alquiler

Algunos países cuentan con su propia flota, como Francia o España, pero también recurren al alquiler. Así, Francia -con una flota de 23 aparatos, de unos 25 años de antigüedad de media, suele alquilar helicópteros y Air Tractor durante el verano.

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España, que tiene 11 Canadair, alquila helicópteros y Air Tractor, según el Ministerio español de Transición Ecológica. Italia subcontrata al británico Babcock la gestión de sus Canadair y de otros aparatos, mientras que Grecia completa su flota de siete Canadair CL-415 y varios CL-215 más viejos con aeronaves de alquiler.

Recurriendo al alquiler, “los gobiernos pueden depender menos del mantenimiento de grandes flotas de aviones” que durante el inverno no se utilizan, y “disponer de aviones más modernos”, explicó Rafael Selma, jefe de Titan Firefight Services, a la revista especializada AirMed Rescue.

¿Medios suficientes?

La proliferación de los incendios provocada por el cambio climático ha llevado a los países a querer reforzar su arsenal. La Unión Europea duplicó este año las capacidades de su flota, que tiene ahora 28 naves (10 Canadair, 14 Air Tractor y 4 helicópteros).

Esos aparatos se usan para ayudar a países cuando estos se ven desbordados, un mecanismo que se ha utilizado siete veces en lo que va de año. Turquía, que en 2021 se vio azotada por unos violentos incendios, decidió comprar el año pasado 55 helicópteros y 20 aviones bombarderos de agua de diferentes tamaños. Grecia, en tanto, anunció en noviembre que deseaba adquirir 36 Air Tractor.

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Portugal y Francia también reforzaron sus flotas. Y en Estados Unidos, la agencia californiana de lucha contra incendios CalFire anunció que su flota pasará de 65 a 80 aviones y helicópteros.

Pero las necesidades son inmensas. Aunque Canadá tenga 55 Canadair, necesitaría “como mínimo 100 para proteger las infraestucturas humanas de todo el país”, advierte John Gradek. “Pero para proteger a Canadá de los incendios forestales [...], no bastarían ni un millar de aviones”.

*Con información de AFP.