El alcalde de Mariúpol, Vadim Boichenko, ha alertado este lunes que alrededor de 160.000 personas no solo siguen atrapadas en la ciudad, sino que además no disponen de servicios básicos, como agua corriente, luz o calefacción.
En Mariúpol, “hoy es imposible vivir porque no hay nada”, ha denunciado Boichenko en un discurso televisado del que se ha hecho eco la agencia de noticias Ukrinform. “Desafortunadamente, todavía hay bastantes personas en esta ciudad bloqueada. Alrededor de 160.000, según nuestras estimaciones”.
“Es realmente aterrador. La humillación que cada residente de Mariúpol está sufriendo a costa de la ocupación rusa es imposible de definir”, ha incidido Boichenko, quien ha remarcado la necesidad de seguir denunciando esta situación para que las personas que todavía se encuentran atrapadas no caigan en el olvido.
“Vivimos con esta esperanza”, ha señalado Boichenko, quien a su vez ha lamentado que “bajo el fuego” es muy difícil poder llevar a cabo la tarea de evacuación. “No todo está en nuestras manos, lamentablemente a día de hoy estamos en manos de los ocupantes”, ha reconocido.
Es por ello que ha apelado, como han estado haciendo desde la invasión rusa otras autoridades ucranianas, a sus “socios internacionales” para que, en este caso, colaboren también en las labores de rescate y evacuación de quienes se han quedado atrás.
“Como decenas de miles de residentes de Mariúpol, espero con esperanza que tal decisión sea posible. Esperamos mucho a nuestros socios internacionales, por su firmeza, por sus creencias, por sus palabras de amor. No podemos dejar marchar esta esperanza”, ha expresado el alcalde.
“Tenemos muchas esperanzas de que Francia y Turquía se acerquen y nos abran un corredor verde estable, y traer de vuelta a aquellas personas que quieran volver a territorio controlado de Ucrania”, ha dicho Boichenko.
Muchos en Ucrania sospechan que Rusia podría usar las conversaciones como una oportunidad para reagrupar fuerzas y resolver graves problemas tácticos y logísticos en sus fuerzas militares. El jefe de inteligencia ucraniana, Kyrylo Budanov, indicó en Facebook que Putin podría intentar dividir el país como Corea, al “imponer una línea de separación entre las regiones ocupadas y no ocupadas” de Ucrania.
“Tras el fracaso en capturar Kiev y remover el Gobierno ucraniano, Putin cambia sus principales direcciones operativas”, escribió Budanov. “Será un intento de crear Coreas del Sur y del Norte en Ucrania”. Rusia tiene control de facto sobre la región sureña de Crimea y las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk en la región oriental de Donbás.
El jefe de la región separatista ucraniana de Lugansk ha indicado que podría celebrar un referendo sobre su anexión a Rusia. La resistencia en la asediada Mariúpol es el principal obstáculo para que Moscú obtenga control terrestre continuo entre Donbás y Crimea.
*Con información de Europa Press y AFP.
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