Alex Sigal, profesor del Instituto de Investigación de Salud de África, lideró el estudio que aunque no ha sido avalado por instituciones oficiales, da una luz de esperanza para seguir luchando en contra de la pandemia.
El equipo de investigación hizo el test en 15 personas previamente vacunadas y no vacunadas, y que además se habían infectado con la variante ómicron. En el estudio utilizaron el plasma con anticuerpos de los participantes para probar la capacidad de los mismos en el control de las cepas tanto de ómicron como de delta, proceso denominado como prueba de “neutralización”.
La medición la efectuaron cuando los participantes tenían síntomas y nuevamente después de dos semanas del contagio.
Los resultados mostraron que los participantes desarrollaron cierta inmunidad mejorada contra la variante delta, con un aumento de la neutralización de 4,4 veces mayor. Los investigadores también demostraron que los participantes vacunados pudieron tener una mejor respuesta neutralizante contra delta, mientras que la respuesta en los no vacunados fue más variable.
Esta noticia, que parece ser alentadora, llega en el mismo momento que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtiera de la rápida propagación de la variante ómicron y el aumento de las hospitalizaciones, a pesar de que los primeros estudios sugieren que provoca síntomas más leves, mientras China y Europa implementan nuevas restricciones.
“Un rápido aumento de ómicron, como el que observamos en varios países, aunque se combine con una enfermedad ligeramente menos grave, provocará un gran número de hospitalizaciones, sobre todo entre los no vacunados”, declaró Catherine Smallwood, una de las principales responsables de la OMS Europa.
La especialista en respuesta de emergencia pidió que los datos preliminares sobre un menor riesgo de hospitalización se tomaran “con cautela”, ya que en la actualidad los casos observados se refieren sobre todo a “poblaciones jóvenes y sanas en países con altas tasas de vacunación”.
“Es demasiado pronto para decir si la ola de ómicron será más o menos grave que la de Delta, aunque los datos preliminares en las poblaciones más afectadas de Europa (Inglaterra, Escocia, Dinamarca) muestran que ómicron podría dar lugar a un menor riesgo de hospitalización en comparación con delta”, dijo.
Los primeros estudios en Sudáfrica, Escocia e Inglaterra indican que ómicron parece causar menos hospitalizaciones que la variante precedente. Pero los datos son aún muy incompletos y algunos expertos destacan que un mayor contagio puede anular la ventaja de una variante menos peligrosa.
Los expertos tampoco saben si esta gravedad aparentemente menor proviene de las características intrínsecas de la variante, o si está relacionada con el hecho de que afecta a poblaciones ya parcialmente inmunizadas.
“Todavía no hemos visto el impacto que ómicron tendrá en los grupos más vulnerables como las personas mayores que aún no han recibido una vacunación completa”, afirma la experta.
La variante ómicron también ya es mayoritaria en Estados Unidos. Según el New York Times, el país registró 214.499 nuevos casos el domingo pasado, lo que equivale a un aumento de 83% en 14 días, y se acerca al récord diario de 251.232 casos positivos alcanzado en enero de 2021.
Ante estas incertidumbres y una nueva aceleración de la pandemia en el mundo, los países tratan de encontrar un equilibrio para minimizar los daños económicos y controlar el auge de contagios.
Con información de AFP