Una de las promesas electorales del presidente de Francia, Emmanuel Macron, que más división generó en aquel país tiene que ver con los derechos reproductivos. Históricamente, solo las parejas heterosexuales casadas o que viven en concubinato desde hace al menos dos años, en edad de procrear y con problemas de fertilidad pueden acceder a la reproducción asistida médica en aquel país. Esto ha obligado a las parejas de lesbianas o las mujeres solteras que quieran acceder a este procedimiento a viajar al extranjero, principalmente a España o Bélgica, para someterse a tratamientos costosos para poder tener hijos. El estricto impedimento que ha padecido dentro de Francia ha llevado a muchas de ellas a simplemente renunciar a ser madres.
Este martes, el Senado francés ha dado el primer paso para resolver este asunto de una vez por todas. Los senadores aprobaron en primera lectura, y tras la incorporación de varias enmiendas, la controvertida ley de bioética, que abriría el derecho a la reproducción asistida a las parejas de lesbianas y a las mujeres solteras en Francia. De concretarse, constituiría la primera gran reforma social del mandato de Macron, quien prometió autorizar la reproducción asistida a "todas las mujeres" durante su campaña electoral. El proyecto de ley, que fue en gran parte enmendado por el Senado dominado por la oposición de derecha, fue aprobado por 153 a favor, gracias al apoyo de los partidos de izquierda, frente a 143 votos en contra y 45 abstenciones. Entre los artículos modificados figura el relativo al reembolso por parte de la seguridad social de los gastos relativos a la reproducción asistida. Los senadores quieren reservarlo únicamente a los casos que responden a criterios médicos por infertilidad.
En este sentido, el acceso de las parejas lesbianas y mujeres solteras a este procedimiento tendría sus peros, ya que la seguridad social no les reembolsaría sus gastos médicos a la hora de someterse a un tratamiento de reproducción asistida, como sí sucede para las parejas heterosexuales. Para Agnès Buzyn, ministra francesa de Sanidad y una de las impulsoras del proyecto de ley, esta enmienda viola el "principio de igualdad". Estima lo mismo Amnistía Internacional, que denuncia "una discriminación (...) prohibida por el derecho internacional". Los senadores de izquierda, también insatisfechos con las enmiendas, explicaron que votaron el texto para "salvar" la extensión del derecho a la reproducción asistida para todas las mujeres, sin importar su orientación sexual o estado civil. El proyecto regresará ahora a la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento, para una segunda lectura de los diputados. *Con información de AFP