Los pretenden candidatos de América Latina, buscan influir a los votantes y podrían ayudar a moldear el duelo en Venezuela entre el presidente Hugo Chávez y el opositor Enrique Capriles: los estrategas políticos brasileños son los nuevos gurús de las elecciones en la región. La lista de países donde trabajaron recientemente expertos brasileños en marketing político va en aumento e incluye Argentina, Perú, Paraguay, El Salvador y República Dominicana, según profesionales del sector. Esta ayuda "made in" Brasil, a menudo discreta, ya contribuyó a la elección de tres presidentes latinoamericanos en funciones: el peruano Ollanta Humala, el salvadoreño Mauricio Funes y el paraguayo Fernando Lugo. En Venezuela, los equipos de Chávez y Capriles han procurado el consejo de asesores brasileños, informaron fuentes al tanto de las gestiones, aunque la función que estos tendrán para las elecciones del 7 de octubre aún es incierta. Los especialistas creen que el fenómeno refleja por un lado el creciente liderazgo político y empresarial de Brasil en la región y por otro la gran experiencia del país en mercadotecnia electoral, con campañas exitosas como las del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. "La visibilidad internacional de Lula favoreció que candidatos, políticos y gobernantes de otros países comiencen a mirar a Brasil y quieran saber quién estaba haciendo eso", dijo Marcelo Simões, un experto brasileño en marketing político, a BBC Mundo. En Venezuela Simões señaló que él mismo trabajó con los brasileños Renato Pereira y Chico Mendes en la campaña con que Capriles ganó holgadamente las primarias opositoras venezolanas del domingo 12 para convertirse en el rival de Chávez. "Capriles se posicionó como alguien moderno para buscar un nuevo camino para Venezuela. Tan es así que el tema de la campaña fue 'Hay un camino'", dijo. Parte de la estrategia de Capriles ha sido evitar el choque directo con Chávez, pero Simões estimó que en algún momento deberá confrontar sobre temas económicos como el desabastecimiento o las expropiaciones. "Existe un clima de insatisfacción que Capriles puede capitalizar", dijo. Consultado por BBC Mundo, el venezolano Armando Briquet, jefe de campaña de Capriles, evitó comentar qué rol pueden cumplir los expertos brasileños hacia octubre, aduciendo que se trata de temas reservados. "El día 8 de octubre te contaré lo que estos señores hicieron o no hicieron; si lo cuento hoy estaría boicoteando las razones por las cuales forman parte del equipo", dijo. Sin embargo, Briquet relativizó la importancia de los expertos en marketing político y afirmó que la estrategia de Capriles "es completamente venezolana" por las circunstancias particulares que vive ese país. "Todos los que han entrado a la campaña es porque han logrado entender lo que nosotros queremos hacer, que es distinto a que estemos haciendo lo que nos digan", aseguró. El factor Santana En tanto, João Santana, exestratega electoral de Lula en 2006 y de la presidenta brasileña Dilma Roussef en 2010, tuvo una "invitación" para trabajar en la campaña de Chávez, dijeron a BBC Mundo allegados al profesional. Las fuentes precisaron que hay "conversaciones" en ese sentido, pero negaron que ya exista una decisión adoptada. Santana posee experiencia fuera de Brasil. En 2009 participó en la campaña que llevó a la presidencia al salvadoreño Funes como candidato de la exguerrilla Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), con un estilo moderado y pragmático. Esta semana, Santana se encontraba en República Dominicana, donde según medios brasileños asesoró al candidato oficialista Danilo Medina, que figura como favorito en encuestas. El perfil bajo es uno de los rasgos características de Santana, a pesar de su creciente influencia regional. Se ha granjeado el respeto de sus colegas por campañas como las que realizó para Rousseff, transmitiendo una idea de cambio aunque fuera candidata oficialista (su coalición se llamó "Para que Brasil siga cambiando"). "Lo considero hoy el profesional de marketing político más importante de América Latina", dijo Simões, que tiene una amistad de años con Santana. Aquí y allá Santana y Duda Mendonça, otro reconocido publicista considerado arquitecto del primer triunfo electoral de Lula en 2002, fueron pioneros en la exportación de marketing político brasileño a la región. Juntos trabajaron en los años 90 en Argentina para las campañas de José Manuel de la Sota a la gobernación de Córdoba y de Eduardo Duhalde a la presidencia. También asesoraron al entonces mandatario Carlos Menem. La presencia de brasileños en disputas electorales de la región cobró fuerza tras el primer triunfo de Lula. El año pasado llegó a ser polémica la participación de dos asesores vinculados al PT de Lula y Rousseff en la campaña de Humala: el franco-argentino Luis Favre y el brasileño Valdemir Garreta, que contribuyeron a moderar el discurso del hoy presidente de Perú. En Paraguay también hubo un asesor brasileño, Airton Pissetti, en la campaña de 2008 del actual presidente Lugo. Su rival, el general Lino Oviedo, contó a su vez con el apoyo del publicista brasileño ElsinhoMouco. El fenómeno trasciende la región: los estrategas brasileños han llegado a trabajar en elecciones en Angola. Campañas completas Los expertos señalan que el marketing político en Brasil mejoró desde los años 80 con una ley que garantiza tiempo gratuito para todos los partidos en la televisión, que ayudó a desarrollar estrategias y creatividad. "Los brasileños normalmente van a ser consultados porque tienen mucha experiencia y por su nivel de campañas", dijo Marcos Caisutti, un especialista argentino que conoce de cerca el mercado de Brasil. Caisutti explicó que el marketing político brasileño se caracteriza por promover campañas menos acartonadas, más pragmáticas y dirigidas directamente a los votantes, con determinada dosis de alegría. Otra particularidad es que arman campañas completas, dijo. "La agencia de marketing toma desde la primera encuesta hasta la producción del último spot, los discursos, la preparación, absolutamente todo", relató. A su juicio, la mayor presencia de diversas empresas brasileñas en América Latina también contribuyó a que políticos de distintos países se conecten con publicistas que a menudo trabajan con esas compañías.