Las mujeres están cansadas de que las acusen de fomentar la violencia sexual en su contra por su forma de vestir. Quieren decirle al mundo que son libres de usar la ropa que les plazca sin que eso las convierta en un objeto sexual para los hombres. Por eso organizaron la ‘marcha de las putas’ (slut walks), un movimiento que nació en Canadá y que ya se ha expandido a Estados Unidos, México, Australia, India y Reino Unido. El movimiento se originó para protestar contra las declaraciones de un policía de Canadá, quien durante una conferencia sobre seguridad civil en Toronto aseguró que “las mujeres deben evitar vestirse como ‘putas’ para no ser víctimas de la violencia sexual”. Aunque el oficial pidió disculpas por sus declaraciones y fue sancionado con una medida disciplinaria, la indignación fue tal que las mujeres decidieron organizarse para protestar. Hoy en día el movimiento ya ha recorrido varios países. El más reciente fue India, donde cientos de personas salieron a las calles a protestar contra la situación de las mujeres en ese país. “Las mujeres enfrentan muchos problemas en Nueva Delhi, muchas sufren acoso sexual y sólo un par de semanas atrás el jefe de la policía de Delhi dijo que si una mujer está fuera de su casa después de las 2 de la madrugada es responsable de lo que le ocurra”, le dijo una de las manifestantes a BBC Mundo. En México, el lema de la ‘marcha de las putas’ era ‘No significa no’, pues lo que querían recalcar es que aunque algunas mujeres ejerzan la prostitución, esto no las convierte en un blanco propicio para ser agredidas sexualmente. Como le dijo a Bbc Mundo Gabriela Amancaya, una de las organizadoras de la marcha en el D.F., “tú me puedes llamar puta, pero eso tampoco te da derecho a abusar de mí”. Las manifestantes de Toronto también explican que le pusieron ese nombre a las marchas porque quieren reapropiarse de la palabra ‘puta’ (slut). En su portal de internet, sostienen que “hacernos cargo de nuestra vida sexual no significa que nos estamos abriendo a una expectativa de violencia, independientemente de si tenemos sexo por placer o trabajo”. Y es que las mujeres que han asistido a estas marchas no son solamente prostitutas. Al movimiento se han unido mujeres que ejercen todo tipo de oficios. Todas tienen el objetivo de reivindicar su derecho a la seguridad sexual y a vivir libres de estereotipos sin importar las decisiones que tomen sobre su sexualidad. La ‘marcha de las putas’, que empezó como un movimiento local en Toronto y se expandió por el mundo, se ha convertido en uno de los esfuerzos más importantes para cambiar la mentalidad, muchas veces generalizada, que tiende a atribuirle una parte de la responsabilidad a la mujer cuando es víctima de una agresión sexual.