Más de dos tercios de los votantes de los candidatos a la Cámara de Representantes no quieren que el actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se presente a la reelección en 2024, según los resultados de una encuesta realizada por la empresa Edison Research para varias cadenas estadounidenses.

Siete de cada diez votantes independientes y cerca de nueve de cada diez votantes republicanos han afirmado que no quieren que Biden esté en la campaña presidencial de 2024. Por el contrario, casi seis de cada diez demócratas opinan que sí que debería presentarse a la reelección.

Los simpatizantes republicanos, que son poco más de un tercio del electorado, tienen en su gran mayoría -nueve de cada diez- una opinión desfavorable del mandatario y desaprueban su gestión.

En cuanto a los simpatizantes demócratas -con la misma proporción que los republicanos-, solo uno de cada diez desaprueba las políticas llevadas a cabo durante la Administración Biden.

En contrariedad, más de la mitad de los votantes independientes -quienes constituyen una cuarta parte del electorado- tienen una opinión desfavorable sobre el líder de los demócratas.

Biden se juega el todo por el todo. Getty Images. | Foto: 2022 Getty Images

Joe Biden parece haber limitado los daños en las elecciones de medio mandato en Estados Unidos. Queda por ver hasta qué punto será suficiente para darle un nuevo impulso hasta 2024 o incluso más allá.

El demócrata de 79 años, quien durante la campaña endureció el tono contra los republicanos “extremistas” que simpatizan con su predecesor Donald Trump, encadenó durante la noche electoral llamadas telefónicas a algunos ganadores a puestos de gobernador, de la Cámara de Representantes o del Senado.

“Acabo de hablar por teléfono con algunos de los ganadores de esta noche, incluidas algunas personas que conocí este año”, tuiteó, junto con una foto en la que se le ve al teléfono, con un suéter de cuello alto y una gorra en la cabeza, como para atribuirse un poco de mérito en esas victorias.

Sus equipos están “encantados”, dijo la ex portavoz de Joe Biden, Jen Psaki, que se convirtió en comentarista del canal MSNBC, tras contactar con sus excompañeros.

Una fase delicada

Si se confirman las últimas tendencias, es decir, si los demócratas ceden a los republicanos solo una estrecha mayoría en la Cámara de Representantes y persiste el suspense en el Senado, entonces significaría que las encuestas se equivocaron pronosticando a su partido una gran derrota.

Y podría, a pesar de una inflación galopante, un índice de confianza anémico y ataques violentos de Donald Trump, encontrarse mejor que los últimos presidentes demócratas, Barack Obama y Bill Clinton, que pasaron un mal trago en las elecciones intermedias. Pero Joe Biden se acerca a una fase delicada.

En un país donde las divisiones partidistas son más profundas que nunca, ¿será capaz, con su larga experiencia de senador y sus convicciones profundamente centristas, de crear un consenso con los republicanos?

Nada parece indicarlo, y podría enfrentarse a una larga parálisis parlamentaria, con interminables peleas por proyectos de ley sin futuro.

También está por ver hasta qué punto el partido conservador, que prometió una estrategia parlamentaria agresiva, se mantendrá en esa línea.

Tener una mayoría, incluso estrecha, en la Cámara ofrece un poder significativo en términos de supervisión y la derecha prometió usarlo para iniciar una serie de investigaciones contra Joe Biden, su balance y su entorno.

Una de las congresistas más virales, Marjorie Taylor Greene, reelegida a la Cámara, ya prometió, por ejemplo, atacar a Hunter Biden. El hijo menor del presidente, con un pasado marcado por las adicciones, siempre ha sido una vulnerabilidad del mandatario. Le acusan de haber utilizado el capital político de su padre para hacer negocios con China y Ucrania.

Voting booths are seen at Glass Elementary School's polling station in Eagle Pass, Texas, on November 8, 2022. (Photo by Mark Felix / AFP) | Foto: AFP

2024 en el punto de mira

“Lucharé para que por encima de todo mi partido no fracase”, escribió esta fiel de Donald Trump en un comunicado.

Con una mayoría en la Cámara, el Partido Republicano también tendría medios de presión presupuestaria. Podría agitar la amenaza de un “cierre” (cuando el gobierno tiene que suspender la prestación de todos los servicios, menos los esenciales) o una suspensión de pagos por parte de la primera potencia mundial.

Y pasaría algún tiempo antes de que se resolviera en el Senado, dotado de amplios poderes.

Más allá de todo ello, la gran pregunta para Joe Biden, y para los demócratas, es la de las elecciones presidenciales de 2024.

El presidente estadounidense hasta ahora siempre ha dicho que tiene la intención de volver a presentarse. No le quedaba más remedio si no quería perder su capital político.

Pero la opinión pública no parece entusiasmada, ni siquiera la demócratas, muy consciente de la edad del presidente, que cumplirá 80 años dentro de unos días.

Donald Trump ha dejado entrever que podría anunciar su candidatura el 15 de noviembre en Florida.

Su rival demócrata parte el viernes para un maratón diplomático que lo llevará a la COP27 de Egipto, a Camboya para una cumbre de la ASEAN, y a Indonesia para la cumbre del G20. Imposible, de momento, saber si Joe Biden arrojará luz sobre sus intenciones para 2024 antes de irse.

*Con información de AFP y Europa Press.