La misión de paz de Naciones Unidas en Malí, la Minusma, denunció ataques cada vez más intensos durante su operación de retirada del país africano y que se han saldado con el conductor de un convoy logístico herido grave en Gao y un incidente extremadamente tenso con un grupo de “violentos desarmados” en la región de Kidal.
El ataque de Gao fue denunciado por la Misión el pasado jueves. La misión de la ONU se refirió a un asalto a un convoy logístico en ruta desde Ansongo hasta Labbezanga, dedicado a la repatriación de un contingente. El ataque fue protagonizado por cuatro hombres armados que dejaron a un conductor herido grave y dos leves antes de darse a la fuga, anunció la misión en su cuenta de X, antes Twitter.
Un día después, el viernes, indicó que sus efectivos habían tenido que repeler a un grupo de “hombres violentos desarmados” que aparecieron en su base de Kidal, la capital de la provincia homónima, para pedir “donaciones”.
La Misión llevaba 10 años en el país
“La misión pudo contener a la turba y ya se ha puesto en contacto con las autoridades locales para gestionar el sistema de donaciones de manera ordenada”, explicó la Minusma sobre este suceso, también ocurrido el jueves.
Hasta el 25 de octubre, la Misión ha retirado a 5.538 uniformados y 234 miembros del personal civil con vistas a su retirada total del país el 31 de diciembre de este año.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el pasado 30 de junio, y a petición de las autoridades malienses, la retirada de la misión, que llevaba ya diez años operando en el país. Las relaciones de Malí con la Minusma se vieron afectadas por un informe de la ONU sobre la matanza de más de 500 personas en marzo de 2022 en la ciudad de Moura (centro), en el que se apuntaba al Ejército como principal responsable.
Entonces, el Gobierno rechazó “vigorosamente” el informe, y aseguró que las imágenes obtenidas por satélite por los investigadores constituyeron un delito de “espionaje”.
ONU deja dos de sus campamentos en el norte
La ONU comenzó a retirarse de dos de sus campamentos, desde el pasado 16 de octubre, en la región de Kidal, escenario de una escalada militar entre grupos que se disputan el control del territorio.
“En un clima de alta tensión, la Minusma ha iniciado el proceso de retirada de sus campamentos en la región de Kidal, comenzando por Tessalit y Aguelhok”, indicó la misión en un comunicado, añadiendo que podría acelerar su retirada de un tercer campamento, el de Kidal.
En junio, después de meses de deterioro de las relaciones, los militares que asumieron el poder por la fuerza en 2020 exigieron la salida de la Minusma, desplegada desde 2013 en este país amenazado con desmoronarse por el yihadismo y en una profunda crisis.
La retirada de la Minusma de sus campamentos ha agravado las rivalidades por el control del territorio entre los grupos armados presentes en el norte.
Los grupos separatistas dominados por los tuareg retomaron las hostilidades contra el Estado central, y el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM), afiliado a Al Qaida, multiplicó los ataques contra posiciones militares.
La Minusma ha transferido cuatro campamentos a las autoridades malienses desde agosto. Pero la evacuación de los campamentos de la ONU en la región de Kidal y en la ciudad homónima, bastión de los separatistas, se presenta como la más complicada.
*Con información de Europa Press y AFP