Datos satelitales de la Nasa revelaron que grandes sectores de la selva maya, que tiene una extensión de alrededor de 150.000 kilómetros cuadrados y que comprende zonas del sureste de México, el norte de Guatemala y Belice, han sido talados en los últimos años.
Según destaca el organismo estadounidense, la selva maya es la más grande de Centroamérica, solo superada en la región por el Amazonas. “Hogar de cientos de miles de habitantes, innumerables sitios arqueológicos y miles de especies de plantas y animales, esta selva es rica en historia humana y biodiversidad”, subrayó en un texto difundido en su sitio web.
La Nasa agregó que la pérdida de bosques es especialmente “acentuada” en Petén, un departamento en el norte de Guatemala y al oeste de Belice. Los datos de los satélites del programa Landsat, procesados por investigadores de la Universidad de Maryland, indican que Guatemala perdió el 23 % de su cobertura forestal entre 2001 y 2023, y que Petén perdió el 33 %.
“La expansión de la ganadería ha sido el principal factor que ha impulsado la deforestación de Guatemala en las últimas décadas. Pero esta situación es dinámica. A menudo vemos que los bosques que inicialmente fueron talados para la ganadería, luego se convierten en plantaciones de palma aceitera”, expresó Diego Incer, experto en teledetección de la Universidad del Valle de Guatemala.
Adicionalmente, la Nasa señaló que la expansión de la palma aceitera, fuente del aceite vegetal más consumido en el mundo y un ingrediente de muchos productos envasados, ha sido “particularmente rápida” en Guatemala.
“Un análisis de las imágenes de Landsat halló que la extensión de tierra dedicada a la palma aceitera en esta región se disparó de unos 30 kilómetros cuadrados (12 millas cuadradas) en 2001 a 860 kilómetros cuadrados (332 millas cuadradas) en 2017, y que gran parte de las nuevas plantaciones de palma aceitera está situada en el sureste de Petén”, agregó.
El organismo estadounidense indicó que las pérdidas de bosques son evidentes incluso en las áreas protegidas, como la Reserva de la Biosfera Maya, al norte de Guatemala. “Esa reserva cubre una quinta parte de la superficie terrestre de Guatemala y contiene cuatro parques nacionales, diversos refugios de vida silvestre y zonas de usos múltiples donde el Gobierno otorgó concesiones forestales a varias comunidades y empresas para la administración de este bosque”, sostuvo.
Pese a los datos alarmantes, la Nasa indicó que existen indicios de que los bosques de Guatemala podrían tener un futuro mejor. “La tasa de pérdida de bosques ha disminuido en la última década y el total del área forestal se ha estabilizado en los últimos años”, dijo Danger Gómez, jefe de Sistemas de Información Geográfica del Instituto Nacional de Bosques (Inab) de Guatemala.
Según dijo, esta mejora se debe en gran medida al éxito de proyectos forestales comunitarios en varias zonas de concesiones. Adicionalmente, desde 2024 las autoridades habían expulsado las operaciones ganaderas de al menos 137.000 hectáreas (339.000 acres) dentro de la reserva y habían comenzado a replantar bosques en algunas zonas, según la publicación científica Eos.