A través del Laboratorio de Propulsión a Chorro que administra muchas de las misiones robóticas de la Nasa, en conjunto con el California Institute of Tecnology (Caltech), se revelaron los efectos tempranos que ha tenido el fenómeno de El Niño en el mundo.
“Las ondas de Kelvin, un precursor potencial de las condiciones de El Niño en el océano, se desplazan por el Pacífico ecuatorial hacia la costa de América del Sur”, afirmó la entidad estadounidense, indicando que las ondas evidenciadas tienen aproximadamente de 5 a 10 centímetros de altura en la superficie del océano y cientos de millas de ancho, moviéndose de oeste a este a lo largo del Ecuador hacia la costa oeste de América del Sur.
Además de los miedos de sequía y ondas de calor extremo que ha traído el fenómeno de El Niño, la Nasa también resalta que en conjunto con esto también se van a presentar niveles del mar más altos, al igual que la temperatura de las corrientes oceánicas, sobre todo en las costas occidentales de América.
“El agua se expande a medida que se calienta , por lo que los niveles del mar tienden a ser más altos en lugares con aguas más cálidas. El Niño también está asociado con un debilitamiento de los vientos alisios. La condición puede traer condiciones más frías y húmedas al suroeste de los EE. UU. y sequía a los países del Pacífico occidental, como Indonesia y Australia”, advirtió la entidad.
“Estaremos observando este El Niño como un halcón (...) Si es uno grande, el globo verá un calentamiento récord, pero aquí en el suroeste de los EE. UU. podríamos estar viendo otro invierno húmedo, inmediatamente después del remojo que tuvimos el invierno pasado”, señaló Josh Willis, científico del proyecto Sentinel-6 Michael Freilich en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California.
Efectos en la economía
Según recalcan en la revista ‘Science’ investigadores del Darmouth College, en los años en que se produce, la franja de agua cálida del océano que se extiende desde Sudamérica hasta Asia, conocida como El Niño, desencadena cambios climáticos de gran alcance que provocan inundaciones devastadoras, sequías que acaban con las cosechas, la caída en picado de las poblaciones de peces y un repunte de las enfermedades tropicales.
Con la previsión de que El Niño vuelva este año, los investigadores informan de que el coste económico de este patrón climático recurrente puede persistir durante varios años después del evento en sí, y costar billones en pérdidas de ingresos en todo el mundo. El estudio es uno de los primeros en evaluar los costes a largo plazo de El Niño y prevé pérdidas muy superiores a las estimadas por investigaciones anteriores.
Los investigadores dedicaron dos años a examinar la actividad económica mundial en las décadas posteriores a los episodios de El Niño de 1982-83 y 1997-98, y descubrieron una “firma persistente” de ralentización del crecimiento económico más de cinco años después.
La economía mundial se desangró en 4,1 y 5,7 billones de dólares, respectivamente, en la media década posterior a cada uno de estos fenómenos, la mayor parte a cargo de las naciones más pobres de los trópicos.
Los investigadores prevén que las pérdidas económicas mundiales en el siglo XXI ascenderán a 84 billones de dólares a medida que el cambio climático amplifique potencialmente la frecuencia y la fuerza de El Niño, incluso si se cumplen los compromisos actuales de los líderes mundiales de reducir las emisiones de carbono. Calculan que sólo el fenómeno de El Niño previsto para 2023 podría frenar la economía mundial hasta en 3 billones de dólares de aquí a 2029.
*Con información de Europa Press.