La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) publicó recientemente una imagen inédita del centro energético de la Vía Láctea, como se le conoce a la enorme galaxia espiral en la que se encuentra nuestro sistema solar y en la que está ubicado el planeta Tierra.

La agencia espacial estadounidense explicó que la imagen está integrada por “hilos de gas sobrecalentado y campos magnéticos” que tejen un tapiz de energía en el centro de la Vía Láctea, además de que está compuesta también por millones de estrellas y agujeros negros.

La captura, que fue calificada como “una vista sin precedentes”, se llevó a cabo gracias al uso de un mosaico gigante de datos obtenidos durante las últimas dos décadas gracias a la labor del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA y del radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica.

La agencia espacial explicó que un estudio liderado por el investigador Daniel Wang en la Universidad de Massachusetts en Amherst sugiere que las finas tiras de campos magnéticos podrían haberse formado cuando dichos campos se “alinearon en diferentes direcciones, chocaron y se retorcieron entre sí en un proceso llamado reconexión magnética”.

Dicho fenómeno es similar, según los expertos, al fenómeno que aleja las partículas energéticas del Sol y es responsable del clima espacial que a veces afecta a la Tierra.

Además, el estudio de Wang reveló la presencia de grandes columnas de gas caliente, “que se extienden unos 700 años luz por encima y por debajo del plano de la galaxia, visto aquí con más detalle que nunca”.

“Estas columnas pueden representar salidas a escala galáctica, análogas a las partículas expulsadas del Sol. Es probable que el gas se caliente por explosiones de supernovas y muchas reconexiones magnéticas recientes que ocurren cerca del centro de la galaxia”, complementó la NASA en un comunicado.

Finalmente, desde el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA explicaron que la imagen capturada tiene “aproximadamente 1,000 años luz de diámetro y 2,000 años luz de largo” y que representa una herramienta de gran valor para entender más detalles sobre el funcionamiento del espacio galáctico.

La imagen del centro energético de la Vía Láctea se conoce mientras la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) avanza en los detalles para el lanzamiento de una misión en la que se enviarán al espacio diminutos calamares hawaianos y tardígrados, conocidos como osos de agua.

El próximo 3 de junio, la agencia espacial y la compañía tecnológica estadounidense SpaceX anunciaron que lanzarán la misión con los alamares luminiscentes y los osos de agua, con el objetivo de que los científicos analicen sus mecanismos de adaptación para implementarlos en otros que puedan ayudar a los astronautas humanos en ese tipo de misiones.

Los tardígrados, conocidos también como osos de agua, son criaturas diminutas que toleran ambientes más extremos que la mayoría de las formas de vida.

“Los experimentos a bordo incluyen estudiar cómo los osos de agua toleran el espacio, si la microgravedad afecta las relaciones simbióticas, analizar la formación de cálculos renales y más”, explicaron desde la NASA a través de un comunicado en su sitio web oficial.

Los diminutos calamares hawaianos, conocidos científicamente como Euprymna scolopes, también permitirán analizar interacciones químicas y moleculares a nivel microbiano.

Lo anterior contribuirá a comprender la manera en que se llevan a cabo las interacciones entre animales y microbios, como también las nuevas vías de comunicación entre ambos.

“Los vuelos espaciales pueden ser un entorno realmente desafiante para los organismos, incluidos los humanos, que han evolucionado a las condiciones de la Tierra”, concluyó el investigador principal de la misión espacial, Thomas Boothby.