Es muy tenso el ambiente político y social que se vive en Guatemala después de que la Fiscalía secuestrara las actas que registraron el paso a la segunda vuelta electoral del progresista Bernardo Arévalo, quien finalmente ganó la presidencia de ese país.
Además, la Fiscalía ha ordenado allanamientos, revisión de votos, órdenes de aprehensión y solicitudes de levantamiento de inmunidad de los magistrados electorales, acciones que han sido catalogadas como una persecución política en contra de Arévalo y un golpe de Estado.
La situación finalmente conllevó a que indígenas y campesinos anunciaran un paro nacional para mostrar su inconformismo con las decisiones de las autoridades.
Por su parte, el Ministerio Público ha sostenido que el objetivo es constatar ciertas denuncias de irregularidades que, supuestamente, se registraron en la primera vuelta presidencial, la cual se realizó en junio y dejó como ganadores a Arévalo y a la exprimera dama Sandra Torres.
El llamado a la OEA y la respuesta
Debido a la tensa situación que se ha vivido en las últimas horas, el Gobierno de Guatemala le solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) intervenir en la crisis política y mediar para que los inconvenientes se solucionen de una manera pacífica.
El ministro de Relaciones Exteriores, Mario Alfonso Búcaro, le envió una carta a Luis Almagro, secretario general de la OEA, en la que le hizo la invitación y el pedido oficial a la organización para que acompañe el proceso de transición que vive en el país, una acción que fue ordenada por el actual presidente Alejandro Giammattei.
“Se le extiende a usted una invitación para iniciar un proceso de mediación, a través del establecimiento de mesas de diálogo, que permita que los guatemaltecos encuentren consensos entre los distintos sectores, para coadyuvar a la cohesión social del país”, dijo en la misiva.
Ante esto, Almagro anunció a través de su cuenta de X, antes Twitter, que la OEA decidió aceptar el llamado realizado por el Gobierno de Giammattei y de esta forma intervendrán para intentar solucionar el difícil panorama que se registra.
“Aceptamos solicitud del Gobierno de Guatemala para efectuar tareas de mediación entre los sectores sociales involucrados en las protestas y el Gobierno”, escribió el secretario general de la OEA.
Arévalo había pedido a la OEA vigilar
Cabe señalar que el mismo presidente electo Bernardo Arévalo había pedido hace algunos días que la OEA vigilara con detenimiento lo que estaba ocurriendo al interior de su país.
Uno de los hechos que prendió las alarmas a nivel mundial fue el allanamiento que hizo la Fiscalía a la sede del tribunal electoral. En esa ocasión, las autoridades incautaron las cajas que contenían los resultados electorales.
“Lo que veo ahora parece un golpe de Estado en cámara lenta”, afirmó Arévalo en inglés desde Estados Unidos.
Dijo que lo que está pasando es “indignante e inaceptable” y que, por lo tanto, representa una grave alteración del orden constitucional.
En su respaldo, cientos de personas han salido a las calles para exigirle al actual gobierno que se respeten las garantías electorales y la decisión que tomaron los ciudadanos durante los comicios que fueron celebrados.
Hasta hace unos meses, Arévalo era diputado de ese país, por lo que su ascenso hasta la presidencia de Guatemala fue estrepitosa y logró varios apoyos en poco tiempo.
Varios líderes mundiales se han pronunciado al respecto, uno de ellos fue el presidente Gustavo Petro, que a través de su cuenta de X le envió toda la solidaridad al país y, en la misma línea de Arévalo, aseguró que lo que está sucediendo es un golpe de Estado.
“Toda mi solidaridad al pueblo guatemalteco, quien lucha contra el golpe de Estado de los corruptos”, afirmó el mandatario colombiano.