Las autoridades del aeropuerto de Luton, ubicado en la capital de Reino Unido, Londres, tuvieron que suspender temporalmente algunos vuelos debido a que las altas temperaturas llegaron a levantar y derretir parte del asfalto de la pista de la terminal aérea.

La Dirección del aeródromo informó que hasta las 6 de la tarde (hora de Londres) se pudo recuperar la normalidad para los vuelos tanto de salida como de llegada, según recoge el medio de comunicación británico BBC.

Un portavoz del Londres-Luton apuntó que los vuelos se habían suspendido de forma temporal para “permitir una reparación esencial en la pista”, dañada después de que las altas temperaturas levantaran una “pequeña sección” del asfalto. Algunas compañías, como EasyJet o Ryanair tuvieron que desviar algunas de sus llegadas hacia aeropuertos cercanos. Asimismo, EasyJet informó de que tuvo que cancelar algunos vuelos hacia Belfast, Milán y Palma.

La Oficina Meteorológica británica declaró para el lunes 18 de julio y el martes 19 de julio la alerta roja por las altas temperaturas que dejarán en algunos puntos de Inglaterra cifras superiores a los 40 grados centígrados. De acuerdo con el servicio meteorológico estatal, el aeropuerto de Luton llegó a registrar una temperatura máxima de 35 grados centígrados entre las 2 de la tarde y las 4 de la tarde (hora local).

Récord de altas temperaturas en el Reino Unido

Las altas temperaturas batieron récords históricos en el Reino Unido, que superó por primera vez los 40ºC en el marco de la ola de calor que azota a Europa occidental y provocó incendios forestales que arrasan la península ibérica. En el aeropuerto de Heathrow, al oeste de Londres, se registraron 40,2ºC, informó la agencia meteorológica británica hacia la 1 de la tarde, señalando que es la primera vez que se supera ese umbral en el país.

El récord llegó solo una hora después de que en la localidad de Charlwood, cerca del aeropuerto londiense de Gatwick, se llegara a los 39,1ºC antes del mediodía. El precedente récord en el Reino Unido era de 38,7ºC, registrados el 25 de julio de 2019 en Cambridge.

Esta es la segunda ola de calor que sufre Europa en apenas un mes. Su aumento es, según los científicos, una consecuencia directa de la crisis climática, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero incrementan su intensidad, duración y frecuencia.

El gobierno de Boris Johnson ha sido acusado de no tomarse este fenómeno con seriedad, después de que el primer ministro no fuera el pasado domingo a una reunión de emergencia sobre la ola del calor y en vez de eso, asistiera a una fiesta de despedida. Los médicos condenaron también unos comentarios del vice primer ministro, Dominic Raab, que llamó a los británicos a “disfrutar del sol”.

La ola de calor parecía desplazarse el martes hacia el norte de Europa, donde los Países Bajos debían registrar 39°C, acercándose a su récord nacional (40,7ºC en 2019). Cerca de la mitad del territorio de la Unión Europea se encuentra actualmente bajo riesgo de sequía debido a la prolongada falta de lluvias.

Con información de Europa Press y AFP