La Organización Mundial de la Salud (OMS) notificó, hasta el pasado 8 de julio, 1.010 casos de hepatitis aguda graves en niños y 22 muertes en 35 países. Además, desde la última comunicación de casos, el 24 de junio, se han registrado 90 nuevos casos y cuatro muertes.
Por ello, el organismo de Naciones Unidas lanzó una encuesta global con el objetivo de estimar la incidencia de hepatitis aguda grave de etiología desconocida en 2022, en comparación con los cinco años anteriores, para comprender dónde se están produciendo casos.
Casi la mitad (48 %) de los casos probables se han notificado en la región europea de la OMS (21 países que notifican 484 casos, 40 de ellos en España), incluidos 272 casos (27 % de los casos mundiales) registrados en Reino Unido e Irlanda del Norte.
El segundo número más alto de casos probables se notificó en la Región de las Américas, seguida por la Región del Pacífico Occidental, la Región de Asia Suroriental y la Región del Mediterráneo Oriental. Además, 17 países están reportando más de cinco casos probables.
No obstante, la OMS alertó que el número real de casos puede estar subestimado debido a los “limitados” sistemas de vigilancia existentes. Se espera que el recuento de casos cambie a medida que haya más información y datos verificados disponibles.
El organismo desarrolló una guía provisional para los países sobre consideraciones y estrategias de pruebas para casos sospechosos de hepatitis aguda grave de etiología desconocida en niños. La guía incluye consejos para priorizar diagnósticos y puede modificarse para consideraciones regionales de enfermedades endémicas.
Además, el trabajo también considera evaluaciones de otros factores etiológicos de la hepatitis aguda grave en niños, incluidos otros agentes infecciosos, exposiciones ambientales (toxinas, medicamentos), condiciones metabólicas hereditarias o trastornos autoinmunes, que deben considerarse en la consulta con un hepatólogo pediátrico.
La hepatitis es la inflamación del hígado y generalmente es causada por una infección viral que se transmite por el consumo de alimentos y bebidas contaminados con las heces de una persona infectada, o por contacto de sangre o por vía sexual.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), los síntomas más comunes que han presentado los pequeños con estos casos de hepatitis aguda son:
- Vómitos.
- Diarrea.
- Dolor de estómago.
- Orina de color oscuro.
- Heces de color claro.
- Falta de apetito.
- Coloración amarillenta en la piel y ojos (ictericia).
Ante el brote de hepatitis aguda que se ha expandido en el mundo, las autoridades sanitarias colombianas emitieron en su momento una serie de recomendaciones para la población general, con el fin de que las familias puedan cuidar de los más pequeños de forma adecuada.
De acuerdo con Franklyn Prieto, director de Vigilancia en Salud Pública y Análisis de Riesgo del Instituto Nacional de Salud (INS), el principal consejo para los padres y cuidadores es no dejar de vacunar a los niños y niñas contra la covid-19, porque no hay evidencia de que este biológico influya en el contagio de hepatitis.
“La evidencia no ha demostrado que la vacuna pueda ser el factor que conduzca a la presentación de la enfermedad, porque la mayoría de los niños que han presentado este tipo de hepatitis no han sido vacunados (contra la covid)”, aseguró Prieto, quien además aclaró que no se trata de una enfermedad contagiosa.
El experto hizo énfasis también en que, ante la presencia de los signos de alarma que se han identificado, la prioridad debe ser consultar a los servicios de salud.
“Y protegernos de los virus respiratorios, esas medidas no farmacológicas que implementamos durante la pandemia”, dijo el director, haciendo referencia al lavado frecuente de manos, el distanciamiento social y el uso de tapabocas.
*Con información de Europa Press.