El consejo independiente de vacunación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó este jueves por primera vez que las personas mayores reciban una segunda dosis de refuerzo de la vacuna contra la Covid-19.
El presidente del Grupo Consultivo Estratégico de Expertos en Inmunización (SAGE), Alejandro Cravioto, expresó en Ginebra que esto no significa una recomendación de refuerzo regular cada cuatro o seis meses.
El SAGE deja abierta la franja de edad exacta en su recomendación, por lo que cada país tendrá que decidir por sí mismo a qué edad quiere ofrecer la segunda vacuna de refuerzo, si bien el panel apunta que lo ideal es que las vacunas se administren entre cuatro y seis meses después de la primera vacuna de refuerzo.
Además, el SAGE recomienda que los trabajadores sanitarios de todas las edades reciban una segunda vacuna de refuerzo, así como las personas con sistemas inmunitarios debilitados u otras enfermedades que aumenten el riesgo de padecer una enfermedad grave tras una infección por la enfermedad respiratoria.
Las muertes por coronavirus han aumentado en un 35 por ciento a nivel mundial en las últimas cuatro semanas, según ha informado en rueda de prensa el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Solo en la última semana, 15.000 personas de todo el mundo perdieron la vida por culpa de la Covid-19. Esto es completamente inaceptable, cuando tenemos todas las herramientas para prevenir infecciones y salvar vida”, lamentó el director general de la OMS.
Tal y como explicó el director, Ómicron sigue siendo la variante dominante. En concreto, la subvariante BA.5 representa más del 90% de las secuencias compartidas en el último mes.
Sin embargo, Tedros destacó que el número de secuencias compartidas por semana ha caído un 90 % desde principios de este año, y el número de países que comparten secuencias descendió un 75%, “lo que hace mucho más difícil entender cómo puede estar cambiando el virus”, advirtió.
Así, para evitar este incremento de casos y del número de hospitalizaciones, pidió a la población que se vacune y, en caso de no contar con la dosis de refuerzo, reclamó la inoculación de la misma. También recomendó el uso de tapabocas cuando no se pueda respetar la distancia de seguridad e invitó a evitar las aglomeraciones, sobre todo en espacios cerrados.
“Se habla mucho de aprender a vivir con el virus, pero no podemos vivir con 15.000 muertes a la semana; no podemos vivir con el aumento de hospitalizaciones y muertes y no podemos vivir con un acceso desigual a las vacunas y otras herramientas para hacer frente al virus”, exclamó Tedros.
El Covid-19 y la desinformación
La Policía Federal de Brasil ha pedido autorización al Tribunal Supremo para procesar al presidente del país, Jair Bolsonaro, por presuntos delitos de desinformación sobre el coronavirus.
El informe policial, al que ha tenido acceso el periódico brasileño ‘O Globo’, considera que las declaraciones de Bolsonaro, retransmitidas en vídeo en junio de 2021, sobre una supuesta relación entre la vacuna contra la COVID-19 y el riesgo de contraer VIH podría clasificarse como un delito menor de “provocar alarma a terceros, anunciando peligro inexistente”.
Además, Bolsonaro desalentó el uso de las mascarillas, al citar (como información falsa) que las víctimas de la gripe española murieron más por usar máscaras que por la gripe. En este sentido, la Policía Federal ha indicado que esta actuación puede considerarse como “incitación al delito”.
“Este ‘incentivo’ al incumplimiento de una medida sanitaria obligatoria está subsumido en la conducta descrita en el artículo 286 del Código Penal, que tipifica el tipo penal de incitación al delito”, ha detallado el cuerpo policial en el informe parcial.
*Con información de EP.