El jefe de la ONU dijo el lunes que el presidente sirio, Bashar al Asad, acordó abrir dos cruces fronterizos más para permitir el ingreso de ayuda a las víctimas del terremoto que ha dejado más de 35.000 muertos en la región.

Antes del sismo, casi toda la ayuda humanitaria crucial para los más de cuatro millones de personas que viven en las áreas controladas por los rebeldes en el noroeste de Siria se entregaba desde Turquía a través de un conducto: el cruce de Bab al Hawa.

“La apertura de estos puntos de cruce, además de facilitar el acceso humanitario, acelerar las aprobaciones de visas y facilitar los viajes entre los centros, permitirá que entre más ayuda, más rápido”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado. Dijo que Asad había acordado abrir los puntos de cruce de Bab al Salam y Al Rai desde Turquía hasta el noroeste de Siria por un período inicial de tres meses para permitir la entrega oportuna de ayuda humanitaria.

Bashar al-Ásad, presidente de Siria, ha habilitado dos fronteras para recibir ayudas internacionales. Foto: AFP. | Foto: AFP

Guterres señaló que, dado que el número de víctimas del terremoto sigue aumentando y que los sobrevivientes están expuestos a las duras condiciones invernales en la Siria devastada por la guerra, entregar “suministros vitales para todos los millones de personas afectadas es de suma urgencia”.

Estados Unidos dijo el lunes que habilitar nuevos pasos fronterizos será positivo para Siria si Asad se toma en serio la promesa de abrirlos. “Si el régimen habla en serio sobre esto, y si el régimen está dispuesto a poner en práctica esas palabras, eso sería algo bueno para el pueblo sirio”, dijo a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

El anuncio se produjo un día después de que el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se reuniera con Asad en Damasco para discutir la respuesta al sismo de magnitud 7,8 que sacudió Siria y Turquía el 5 de febrero.

Los equipos de rescate se paran en un edificio derrumbado en Adiyaman, en el sur de Turquía, el lunes 13 de febrero de 2023. Una semana después de que los terremotos mataran a decenas de miles en Siria y Turquía, el dolor y la incredulidad se están convirtiendo en ira. (AP Photo/Emrah Gurel) | Foto: AP

La situación es particularmente grave en el área controlada por los rebeldes en el noroeste de Siria, que no puede recibir ayuda de partes del país controladas por el gobierno sin la autorización de Damasco. El único cruce fronterizo abierto a la ayuda desde Turquía también vio interrumpidas sus operaciones por el terremoto.

La ayuda humanitaria en las zonas controladas por los rebeldes en Siria suele llegar a través de Turquía a través de un mecanismo transfronterizo creado en 2014 por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero ha sido cuestionado por Damasco y su aliado Moscú, quienes lo ven como una violación de la soberanía siria. Bajo la presión de Rusia y China, el número de puntos de cruce se ha reducido con el tiempo de cuatro a uno.

Sigue temblando: se registró un fuerte sismo en Nueva Zelanda

Nueva Zelanda ha sido testigo de un nuevo temblor de 6,1 grados en la escala de Richter que fue dado a conocer por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), y registrado en las islas Kermadec, a unos 374 kilómetros de profundidad, por lo que hasta el momento no se ha detectado una posible alerta de tsunami.

Como lugar cercano al sismo se encuentra Ohonua, capital del distrito de Eua en Tonga, con una población de un poco más de 1.200 personas.

Según los datos suministrados por el Servicio Geológico de Estados Unidos, la margen oriental de la placa de Australia es una de las áreas con mayor actividad sísmica del mundo debido a las altas tasas de convergencia entre las placas de Australia y el Pacífico.

Inundaciones en Nueva Zelanda luego de las fuertes tormentas. Foto: AFP. | Foto: AFP or licensors

La agencia científica del Gobierno federal de Estados Unidos indicó que desde 1900 se han registrado 15 terremotos mayores o iguales a 7,5 grados en la escala Richter, nueve de estos cerca a Nueva Zelanda y los cuatro más grandes ocurrieron a lo largo o cerca de Macquarie Ridge, incluido el sismo de 8,2 grados de 1989, lo que refleja la deformación intraplaca.

El temblor, que no ha dejado ningún daño material o pérdidas humanas, se presentó un día después de que alrededor de 85.000 personas se quedaran sin electricidad en Nueva Zelanda y cientos de vuelos fueron cancelados por una tormenta tropical que azotó el norte del país.

El ministro encargado del manejo de emergencias, Kieran McAnulty, indicó que hoy lunes 13 de febrero sería un “día crítico” debido a la combinación “altamente peligrosa” de fuertes vientos y lluvias.

*Con información de AFP.