Varias organismos de las Naciones Unidas alertaron que el hambre en Haití registra un aumento “incesante”, que ha ido creciendo como la espuma debido a la inestabilidad política, la inflación y los desastres naturales.

Desde el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtieron que si bien la asistencia humanitaria en el país ha tenido éxito en su misión de evitar una mayor catástrofe, Haití sigue experimentando una aumento persistente en los niveles de hambre.

El PMA señaló que hay cerca de 4,5 millones de haitianos que se encuentran en alto riesgo de inseguridad alimentaria aguda, en parte motivada por las consecuencias del terremoto del pasado mes de agosto, donde perdieron la vida más de 2.200 personas y hubo más de 12.700 heridos.

El representante del PMA en Haití, Pierre Honnorat, alertó que la situación es la “peor desde 2018″. “Haití forma parte de un ‘anillo de fuego’ que rodea el mundo donde las crisis climáticas, los conflictos, la covid-19 y el aumento de los costos están empujando a las comunidades vulnerables al límite”, apuntó.

Según proyecciones recientes, el 45 % de la población haitiana pasará hambre severa de marzo a junio, y de ellos, se estima que más de 1,3 millones se encuentran en la fase de emergencia de la Clasificación Integrada de la Fase de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés).

Por otro lado, a la hora de explicar la situación en la nación caribeña, el director general del Programa de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), Patrick David, vinculó la coyuntura de la guerra en Ucrania con el acentuamiento de la inseguridad alimentaria en este país.

“Haití importa muchos alimentos y fertilizantes y el aumento de los precios de estos productos contribuirá aún más a la inflación, que ya es alta en el país”, reconoció David. En esta línea, Honnorat añadió que el trigo que importa la isla proviene principalmente de Rusia, por lo que no descarta que el precio de este bien se “multiplique” más aún en el futuro.

Finalmente, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) celebró que algunas zonas del sur de Haití estén experimentando mejoras en términos humanitarios, principalmente vinculada a la asistencia alimentaria que se prestó a la isla tras el terremoto del pasado año, que afectó a casi medio millón de personas.

Por otro lado, en el norte la población se está recuperando de las secuelas de las fuertes inundaciones de finales de enero, que provocaron muertos y heridos y cerca de 3.500 personas desplazadas.

Con la mirada puesta en aportar soluciones a largo plazo, el PMA informó que está fortaleciendo los sistemas alimentarios y de protección social. En lo relativo a la vuelta a las escuelas en las zonas afectadas por el terremoto, el organismo reconoció estar ante una carrera contrarreloj para rehabilitar los centros.

La ONU también ha advertido que los niveles de hambre están aumentando en Venezuela alarmantemente. Más de nueve millones de venezolanos no pueden acceder a los alimentos, aunque estén disponibles en el país, por la hiperinflación. Un 60 % de la población ha tenido que recortar las porciones de comida, según una encuesta nacional que realizó el Programa Mundial de Alimentos en este país, en el año 2020.

La encuesta, basada en 8.375 cuestionarios, revela que un gran número de venezolanos solo comen diariamente cereales, raíces o tubérculos y que la hiperinflación ha hecho que sus salarios no lleguen para comprar los bienes más básicos.

Un total de 9,3 millones de personas, aproximadamente un tercio de la población, sufren lo que técnicamente se denomina como “inseguridad alimentaria” moderada o grave. La inseguridad alimentaria se define como la “insuficiente ingestión de alimentos, que puede ser transitoria (cuando ocurre en épocas de crisis), estacional o crónica (cuando sucede de continuo)”.

*Con información de Europa Press.