La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó este lunes los ataques yihadistas en Mozambique, que dejaron al menos 55 personas muertas el fin de semana, luego de que las fuerzas terroristas se tomaran la ciudad de Palma (al norte del país) tras enfrentarse con los militares.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lamentó los hechos ocurridos en una ciudad que posee proyectos de extracción de gas valorados en US$ 60.000 millones.

“Estamos muy preocupados con la situación todavía en desarrollo en Palma, donde comenzaron ataques armados el 24 de marzo, matando supuestamente a decenas de personas”, agregó el portavoz, Stephane Dujarric.

Hace un par de semanas, la ONG Save The Children había denunciado que Isis estaba decapitando a niños de 11 años en la ciudad de Cabo Delgado, ubicada al norte del país.

La agencia habló recientemente con familias desplazadas que informaron sobre “escenas horribles” de asesinato, dolor y pérdida de seres queridos. Por ejemplo, la entidad cuenta la historia de una madre de 28 años, quien relató cómo su hijo de 12 años fue decapitado cerca de donde ella se escondía con sus otros tres hijos.

“Esa noche nuestro pueblo fue atacado y se quemaron casas. Cuando todo empezó, estaba en casa con mis cuatro hijos. Intentamos escapar al bosque, pero se llevaron a mi hijo mayor y lo decapitaron. No pudimos hacer nada porque también nos matarían a nosotros”, explicó la mujer.

Otra mujer que contó su testimonio en uno de los campos de refugiados recortó: “Después de que mataron a mi hijo de 11 años, comprendimos que ya no era seguro permanecer en mi pueblo. Huimos a la casa de mi padre en otro pueblo, pero unos días después comenzaron los ataques allí. Mi padre, los niños y yo pasamos cinco días comiendo bananas verdes y bebiendo agua de banano hasta que conseguimos el transporte que nos trajo aquí“.

De acuerdo con cifras de organizaciones internacionales, en este momento, cerca de 670.000 personas están desplazadas dentro de Mozambique debido al conflicto en Cabo Delgado, una cifra casi siete veces superior a la reportada hace un año.

“Al menos 2.614 personas han muerto en el conflicto, incluidos 1.312 civiles. La situación se ha deteriorado gravemente en los últimos 12 meses, con la escalada de ataques a las aldeas”, indicó Save The Children.

Así mismo, un informe de la ONU indica que casi 950.000 personas en Cabo Delgado, Niassa y Nampula se enfrentan a un hambre severa debido al conflicto y al desplazamiento repetido en la zona, ocasionado por los enfrentamientos entre el grupo terrorista y las fuerzas estatales.

Por su parte, el director general de la organización en Mozambique, Chance Briggs, manifestó que “los informes de ataques contra niños nos enferman hasta la médula. Nuestro personal ha llorado al escuchar las historias de sufrimiento contadas por madres en los campos de desplazados. Esta violencia debe detenerse y las familias desplazadas deben recibir apoyo para orientarse y recuperarse del trauma“.

En este sentido, la ONG hizo un llamado a que “todas las partes en este conflicto se aseguren de que los niños nunca sean un objetivo. Deben respetar las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos, y tomar todas las medidas necesarias para minimizar los daños accidentales a civiles, incluido el fin de los ataques indiscriminados y desproporcionados contra los niños”.

Mozambique, ubicado en la costa sur de África, enfrenta desde hace cerca de tres años la invasión de Isis, que pretende formar un Estado islámico en el norte del país, que además es una zona rica en proyectos de hidrocarburos.

Desde principios de 2019, el Estado Islámico se ha atribuido ataques contra las fuerzas estatales y contra población civil en esta región, lo cual ha ocasionado la retirada de muchas empresas de esta zona, debido a los constantes riesgos de seguridad que existen, pues a esta situación hay que sumar las bandas delincuenciales que han tomado poder en medio de esta crisis.

Esta nación cuenta con cerca de 30 millones de habitantes, que ahora se ven amenazados por las acciones del grupo terrorista islámico.