Este viernes 9 de diciembre, el alto comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos, Volker Turk, alertó sobre una “crisis de confianza” a nivel global de la ciudadanía hacia los gobiernos y recalcó que los derechos fundamentales no pueden ser utilizados como “instrumentos” en el tablero de la geopolítica.
“Estamos viendo una crisis de confianza. El aumento de movimientos y protestas sociales, en todas las regiones, es una clara señal de la corrosividad de las instituciones que supuestamente sirven a la gente”, indicó Turk, justo luego de la destitución del expresidente Pedro Castillo en Perú.
Para conmemorar los 75 años de aniversario desde que se aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos, Turk explicó, según recoge un comunicado, que “las violaciones de los Derechos Humanos en cualquier lugar del mundo nos afectan a todos”.
“La mayor parte de los efectos de estas crisis siempre recaen sobre los más marginados, los más excluidos, en particular las mujeres, los niños, los migrantes, los pueblos indígenas, los desplazados internos, las personas con discapacidad, personas mayores, minorías étnicas y raciales y personas LGBTIQ+”, agregó.
Por zonas geográficas, en Haití el 60 % de la capital, Puerto Príncipe, está controlada por las bandas armadas, “supuestamente apoyadas por las élites económicas y políticas”. Al drama de la inseguridad causada por las pandillas, que se ha cobrado la vida de más de 1.400 personas, se le suman los 4,7 millones de personas que sufren hambre aguda.
“Se trata de una crisis multifacética y prolongada. Pero existen soluciones. Requieren valor político y responsabilidad a nivel nacional e internacional. Se deben abordar las causas profundas, especialmente las desigualdades sociales, la corrupción desenfrenada, la colusión entre las élites poderosas y los líderes de las pandillas y la impunidad endémica”, indicó Turk.
Con respecto a Yemen, ha precisado que “este conflicto aparentemente interminable” debe tener un fin, por lo que ha hecho un llamado a las partes a que entablen conversaciones y renueven la tregua para evitar más informes, como los recientes de bajas civiles, especialmente de menores debido al resto de minas.
“También son motivo de preocupación las denuncias de violaciones graves de los Derechos Humanos, como torturas, detenciones arbitrarias, trata, extorsión y abuso sexual de personas que huyen a otros países. La labor de los agentes humanitarios debe continuar sin obstáculos y debe garantizarse su libertad de circulación”, afirmó el alto funcionario.
Sobre Afganistán, Turk reiteró que la “exclusión sistemática de mujeres y niñas” de la sociedad afgana no tiene parangón. “También deploro el uso continuado de la pena corporal y la pena capital, incluidos los casos más recientes de azotes y ejecuciones llevadas a cabo en público este mes”, puntualizó.
En su discurso, también ha dedicado unas palabras al conflicto de Cabo Delgado, donde siguen produciéndose muertes de civiles, así como crímenes como violencia sexual, secuestros o desapariciones forzadas. Además, recordó que “casi un millón de personas han sido desplazadas, más de la mitad niños”.
Finalmente, se ha centrado en Somalia, donde además de una “catástrofe humanitaria”, hay un aumento de las bajas civiles, siendo 76 % de ellas atribuidas al grupo terrorista Al Shabaab. En concreto, de enero a noviembre de este año, más de 600 personas han muerto y más de 1.000 han resultado heridas, 57 % más con respecto al año anterior.
“Entre las graves preocupaciones en materia de derechos humanos figuran también el arresto y la detención de periodistas, la obstaculización de la libertad de expresión, el fomento de la autocensura y el agravamiento de las vulnerabilidades preexistentes en materia de Derechos Humanos”, sentenció.
*Con información de Europa Press.