La agencia internacional emitió un comunicado fechado el miércoles en el que expresaba su profunda preocupación ante los acontecimientos que rodean la trágica muerte de “11 hombres palestinos no armados” en la ciudad de Gaza. Según las “informaciones preocupantes” recibidas, estos hombres perdieron la vida durante una intervención militar llevada a cabo por el ejército israelí el martes por la noche, en el interior de un edificio residencial que albergaba a varias familias desplazadas.
La situación se torna aún más desgarradora al conocer los detalles de lo sucedido. Según testimonios difundidos por el Observatorio EuroMed de Derechos Humanos, los soldados israelíes, en el curso de la operación, habrían procedido a separar a los hombres de las mujeres y los niños, creando una escena desgarradora de división familiar. Posteriormente, y de acuerdo con estos testimonios, los soldados habrían disparado y acabado con la vida de al menos 11 hombres frente a los miembros de sus propias familias, sumiendo el lugar en un estado de angustia, tristeza y desesperación.
La agencia confirmó la muerte de once palestinos, pero precisó que las circunstancias “están en proceso de verificación”. “Las autoridades israelíes deben realizar inmediatamente una investigación independiente, exhaustiva y eficaz sobre estas alegaciones”, consideró.
El jueves, un oficial israelí calificó de “difamación” este informe, basado en “hechos no contrastados” e “infundados”, lo que representa según él “un nuevo ejemplo del sesgo” adoptado desde hace años para con Israel por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Naciones Unidas no puede considerase como un socio serio cuando sus órganos y agencias sirven continuamente de altavoces de la propaganda palestina y de escudos para los terroristas de Hamás”, añadió este oficial, que habló bajo condición de anonimato.
Después de transcurrir más de dos meses desde el inicio del conflicto en Gaza, la ofensiva israelí continúa generando un creciente rechazo a nivel global, marcado por un aumento significativo de críticas y la intensificación de presiones internacionales a favor de la instauración de una tregua. La prolongación del conflicto ha suscitado un clima de consternación y alarma en la comunidad internacional, que observa con preocupación el impacto devastador que la guerra está teniendo en la población civil y en la infraestructura de la región.
Las muertes de una madre y su hija a manos de un soldado israelí frente a la única iglesia católica de Gaza el fin de semana pasado y las de tres rehenes israelíes mientras ondeaban una bandera blanca desataron la polémica.
Israel afirma estar abierto a la idea de una tregua, pero excluye cualquier alto el fuego antes de la “eliminación” de Hamás, grupo considerado como organización terrorista por este país, Estados Unidos o la Unión Europea. Unas 20.000 personas, en su mayoría mujeres y menores, han muerto en Gaza desde el comienzo de la ofensiva israelí, según Hamás.
La escalada del conflicto bélico tuvo su génesis en el brutal y sangriento ataque que tuvo lugar el 7 de octubre en Israel, perpetrado por los combatientes del movimiento islamista. En ese lamentable suceso, se registró la trágica pérdida de vidas de al menos 1.140 personas, marcando un punto álgido de violencia que conmocionó a la región.
Además de la devastadora pérdida de vidas, el ataque también dejó secuelas inimaginables en la sociedad, ya que cerca de 250 individuos fueron secuestrados en medio del caos desatado.
Las autoridades locales informaron que, lamentablemente, 129 personas aún permanecen retenidas en el territorio palestino como resultado de este nefasto episodio. Este acto de violencia indiscriminada y los secuestros subsiguientes han exacerbado las tensiones ya existentes entre las partes involucradas, generando un clima de hostilidad que ha precipitado la escalada hacia un conflicto de proporciones preocupantes.
*Con información de AFP.