La ONU reanudó en las últimas horas vuelos humanitarios hacia el norte y el sur de Afganistán, indicó el vocero del organismo internacional, Stéphane Dujarric, quien espera que el ritmo pueda intensificarse próximamente.
Dirigidos por el Programa Mundial de Alimentos (PAM) de Naciones Unidas, permitieron “a 160 organizaciones humanitarias seguir con sus actividades vitales en las provincias afganas”, precisó el funcionario durante su conferencia de prensa cotidiana en Nueva York.
Los tres vuelos realizados desde el 29 de agosto unieron a Islamabad, en Pakistán, con Mazar-i-Sharif (norte) y Kandahar (sur) en Afganistán, agregó.
Entre 2002 y 2021, la ONU organizó vuelos hacia más de 20 destinos en Afganistán y el objetivo es volver a esos mismos niveles en cuanto la seguridad y el financiamiento de las operaciones estén asegurados, precisó Dujarric.
Emiratos Árabes Unidos anunció el viernes el envío de un avión cargado con “ayuda médica y alimentaria urgente” para “miles de familias” en Afganistán, casi tres semanas después de la toma del país por los talibanes, sin precisar a qué zona se mandó.
“Esta ayuda urgente es parte del papel humanitario que desempeña Emiratos Árabes Unidos con el fin de dar un apoyo integral al pueblo hermano afgano”, señaló la agencia de prensa estatal WAM, citando un comunicado oficial.
Al mismo, tiempo, este país del Golfo acoge temporalmente en su territorio a “miles de familias afganas” y les asegura “una vida decente”, afirma el comunicado.
Los Emiratos Árabes Unidos fueron, junto con Catar, Kuwait y Baréin, los países del Golfo que sirvieron de base para la evacuación de los extranjeros y afganos que huían de los talibanes.
Catar, que tiene un lugar preponderante por su papel de mediador con los talibanes, se convirtió el miércoles en el primer país del mundo en enviar un avión al aeropuerto de Kabul tras la retirada de las tropas estadounidenses el 31 de agosto y el fin de la espectacular operación de evacuación que permitió sacar de Afganistán a más de 123.000 personas.
Más 18 millones de personas viven un desastre humanitario en Afganistán y podrían rápidamente sumarse otros 18 millones, advirtió la ONU al pedir donaciones internacionales.
Desde su veloz conquista del poder a mediados de agosto, los talibanes no dieron indicios acerca de como ven a la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA por su sigla en inglés) y ni siquiera sugirieron quien podría representar a Afganistán cuando los líderes mundiales converjan a fines de este mes en la Asamblea Anual de la ONU en Nueva York.
Lo que parece claro, dijo una fuente diplomática, es que “ellos quieren que la ayuda siga... tanto la humanitaria como la destinada al desarrollo”, aún cuando la segunda no está dentro de las atribuciones de la UNAMA.
La organización Human Rights Watch (HRW) instó el jueves al Consejo de Seguridad a renovar el mandato para “garantizar que esa misión y otras agencias de la ONU tengan los recursos necesarios para entregar ayuda para salvar vidas y vigilar plenamente los derechos humanos” en Afganistán.
“Los talibanes tienen un pésimo historial en derechos humanos y violación de los derechos de mujeres y niñas. De manera que la misión de la ONU necesita ser los ojos del mundo en el terreno para divulgar públicamente la situación”, dijo Louis Charbonneau, director de HRW para la ONU.
Vale destacar que los afganos y la comunidad internacional tendrán que esperar al menos hasta el sábado para conocer la composición del nuevo gobierno dirigido por los talibanes que, según prometieron, será representativo y tolerante, sobre todo en lo relativo a las mujeres.
El anuncio del gabinete se esperaba inicialmente para después de la plegaria del viernes por la tarde, pero un portavoz talibán indicó a la AFP que este no llegaría, al menos, hasta el sábado.
El movimiento islamista radical se enfrenta al desafío de pasar de ser un grupo insurgente a administrar el poder apenas días después de la retirada definitiva de las tropas de Estados Unidos tras dos décadas de guerra.
La cautela y recelo de la comunidad internacional se mezclan con muestras de interacción con los nuevos líderes.
Con información de AFP.