En la tensionante jornada en la que se intentó entregar la ayuda humanitaria a Venezuela, más de 60 efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana desertaron, llegaron a Colombia y juraron lealtad a Juan Guaidó. Puede leer: "La dictadura selló su derrota moral y diplomática": Duque Uno de los últimos desertores manifestó: “La orden es masacrar al pueblo (…) sacaron a los presos a la calle", dice el hombre en declaraciones a Noticias RCN.

El uniformado, que logró escapar con dos compañeros, dijo que los "coléctivos chavistas" reprimieron y persiguieron a los coordinadores que intentaron ingresar con las ayudad por la frontera. Le puede interesar: Maduro rompe unas relaciones que ya estaban rotas La deserción de militares venezolanos comenzó a pocas horas de haberse iniciado el transporte de la ayuda humanitaria. El teniente Richard Sánchez Zambrano, el sargento Mayor Edgar Torres Valera y el sargento Mayor Oscar Suárez Torres fueron los primeros uniformados que cruzaron por el puente Simón Bolívar. A medio día la cifra ascendía a 23 militares.  "En el departamento de Norte de Santander, está adelantando las entrevistas correspondientes a 23 miembros de las Fuerzas Militares de Venezuela, que llegaron al país huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro", informó Migración Colombia.  Puede leer: Pobreza, escasez e inflación, el peligroso cóctel que enciende la crisis en Venezuela Según Christian Krüger, director de Migración Colombia, a los militares desertores se les entregó un salvoconducto que les permite estar en el país mientras se estudia el caso y se define si se le concede o no la posibilidad de refugio. Este hecho es simbólico pues aunque la cantidad de uniformados es poca en comparación a las tropas de Maduro, sí es un acto de rebelión contra el régimen. Además de los 60 desertores, la jornada del 23F culminó con cuatro muertos y más de 280 heridos y 2 de los 8 camiones con ayudas incinerados en la zona fronteriza.