La oficina del fiscal de distrito de Manhattan acusaría este jueves, 1 de julio, a la Organización Trump y a su director financiero, Allen Weisselberg, por presuntamente cometer delitos fiscales (relacionados con impuestos).
De acuerdo con el Wall Street Journal, se espera que la acusación se lleve a cabo este jueves, dando así pie a los primeros cargos penales contra la empresa del expresidente de los Estados Unidos Donald Trump.
Es de mencionar que las investigaciones del fiscal de distrito de Manhattan relacionadas a un posible fraude fiscal de la Organización Trump llevan más de tres años.
Para los medios y analistas internacionales, cualquier cargo contra la Organización Trump y Allen Weisselberg sería un golpe para el expresidente Donald Trump, quien se ha enfrentado a múltiples investigaciones criminales y civiles durante y después de su presidencia.
El abogado de Donald Trump, citado por el Wall Street Journal, explicó que los cargos iniciales no implicarán al propio expresidente, pero, dependiendo de lo que suceda con la investigación, sí podría ser vinculado en el futuro.
Se espera que los acusados comparezcan ante el tribunal el jueves por la tarde, le dijeron las fuentes al Wall Street Journal.
Los cargos que enfrentarían la Organización Trump y Weisselberg estarían relacionados con una presunta evasión de impuestos sobre beneficios complementarios.
Durante meses, la oficina del fiscal de distrito de Manhattan y la del fiscal general del estado de Nueva York han estado investigando si Weisselberg y otros empleados evitaron ilegalmente pagar impuestos sobre beneficios, como automóviles, apartamentos y matrículas de escuelas privadas, que recibieron de la Organización Trump.
Los cargos que se esperan el jueves podrían ser los primeros de una serie a futuro, particularmente si los fiscales pueden obtener la cooperación de Weisselberg para reforzar su investigación más amplia. Sin embargo, el directivo ha rechazado los esfuerzos de los fiscales para ganar su cooperación.
Si los fiscales pudieran demostrar que la Organización Trump y sus ejecutivos evitaron sistemáticamente el pago de impuestos, podrían presentar cargos más serios alegando un plan, según expertos internacionales.
Frente a los múltiplos señalamientos que ha recibido Trump por sus temas fiscales, el exmandatario siempre ha negado las afirmaciones y ha dicho que las investigaciones están dirigidas por los demócratas en contra de él.
En reuniones virtuales recientes, los abogados de Trump y su compañía trataron de persuadir a los fiscales de que no presentaran cargos contra la Organización Trump, argumentando que no se había escuchado cobrarle a una compañía por beneficios complementarios o compensación a empleados, informaron The Wall Street Journal y otros medios esta semana.
La investigación relacionada con los impuestos es parte de una búsqueda criminal más amplia sobre la Organización Trump y sus funcionarios, con el fin de determinar si estos sobrevaluaron e infravaloraron sus activos en documentos de préstamos, impuestos y seguros para obtener ganancias financieras.
La investigación criminal, dirigida por la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, y la civil, realizada por el fiscal general de Nueva York, han analizado las transacciones financieras en algunas de las mismas propiedades, incluida la de Trump en Seven Springs, ubicada en Westchester, Nueva York, y el Trump International Hotel and Tower en Chicago, informó el Journal.
Las investigaciones de ambas oficinas permanecen abiertas y los cargos presentados el jueves no excluirán acciones futuras.
Y es que recientemente se reveló que Donald Trump había comprado en 1996 un terreno de 85 hectáreas en Florida por 7,5 millones de dólares. En 2012 ese predio quedó en su declaración de renta por un valor de 291 millones. Con base en esa cifra, Trump obtuvo una deducción de impuestos de 21 millones de dólares, donando parte del terreno para conservación.
Según los investigadores, el valor real de ese terreno, cuando Trump decía que costaba 291 millones, era de 19,5 millones, es decir, menos que la deducción obtenida. Esta sería solo una de las inconsistencias que el expresidente de Estados Unidos tendría en su historial como empresario.