Las condiciones económicas de Argentina y las reformas presentadas por el gobierno de Javier Milei buscan darles un portazo final a las leyes de control de precios, que amararon a la economía y a las personas en una hiperinflación, producto de eso eliminar el control de los alquileres en un avance que muestra otra cara hacia un mercado próspero.
En un artículo de The Wall Street Journal (WSJ), Ryan Dubé muestra cómo en Argentina continúan los cambios presentados por el presidente Milei. El polémico político intenta reconducir los caminos de los argentinos en una transformación con medidas económicas y sociales.
El camino trazado de Milei comienza a verse luego de que el pasado 20 de diciembre ordenara la desregulación de la economía mediante un decreto con el cual modificaba o derogaba más de 300 normas, entre estas las leyes de alquileres y de abastecimiento, y el régimen laboral.
Antes de la llegada del nuevo gobierno, el país contaba con leyes que buscaban regular los precios de estos mismos. Además, se especificaban las condiciones comerciales y sus tiempos de duración. Sin embargo, la media no logró el fin propuesto, sino que —por el contrario— los precios de los arriendos en la nación se dispararon a niveles nunca antes vistos.
Milei, con el decreto de la caída de la ley de alquileres, además de eliminar la mayoría de controles que ejercía el gobierno sobre los bienes raíces, mostró la nueva ruta que explora el país austral para revivir la economía de la nación.
Ejemplo de esto es la capital, pues según WSJ: “La capital argentina está experimentando un auge del mercado de alquileres. Los propietarios se apresuran a poner sus propiedades nuevamente en el mercado, y la oferta de alquileres en Buenos Aires aumentó más del 170 %”.
“A pesar de que los precios de los alquileres siguen estando con un valor alto, se espera que con el paso de los días la medida permita una regulación mayor”, señaló Federico González Rouco, economista de Empiria Consultores, con sede en Buenos Aires.
El economista añade: “Está desmantelando metódicamente un sistema de control de precios, cerrando agencias gubernamentales y levantando restricciones comerciales construidas durante ocho décadas de gobierno socialista y militar, en un esfuerzo que ha trastocado las vidas de muchos argentinos”.
Por otra parte, el país evidenciaba que, a pesar de que los apartamentos y bienes inmuebles permanecían vacíos, los propietarios de estos preferían mantenerlos de esta manera para no cumplir con las leyes de arrendamientos que regían a la nación, antes de que llegara Milei.
Para 2022, se estimaba que 200.000 propiedades permanecían vacías, mostrando un 45 % mayor a los registrados a finales de 2018. Según un informe de Cedesu, encontrar un domicilio en Buenos Aires era una tarea que tardaba alrededor de 18 meses.
Con las nuevas normativas, encontrar un apartamento se realiza de una manera más ágil y rápida. El costo promedio de un apartamento puede alcanzar los 200 dólares.
Pero ahora, con esa liberación, “muchos contratos nuevos, ahora permitidos tanto en dólares como en pesos, estipulan aumentos de alquiler cada tres meses, dicen los agentes inmobiliarios y los inquilinos”, señala Gervasio Muñoz, para WSJ, quien representa a una asociación de inquilinos en Buenos Aires.
Muñoz asegura que esto ha generado que “los costos de la vivienda sean inasequibles para algunas personas que ya luchan por pagar precios más altos de alimentos y servicios públicos”.
En medio de este panorama, “los precios de alquiler parecen estar estabilizándose”, según indica WSJ.
“Los aumentos mensuales de precios están ahora en su tasa más baja desde 2021, a medida que hay más departamentos disponibles”, subraya Zonaprop, el sitio web inmobiliario más grande de Argentina.
Por otra parte, el gobierno de Milei también ha decidido eliminar los controles de precios que estaban marcando el mercado de productos básicos como la leche y el azúcar.
El presidente levantó los controles sobre el gas para cocinar, eliminó los controles de exportación de carne vacuna y redujo los requisitos gubernamentales para importar acero, con la esperanza de aliviar los costos de construcción.
A pesar de las nuevas medidas establecidas por Milei, la popularidad del mandatario, que se mantenía a principios de año en un 60 %, bajó a un apoyo del 45 % en la población.
Pero Milei fue muy claro desde el primer día que se posesionó como presidente al ser directo con los argentinos, “sus cambios de libre mercado inicialmente empeorarían las condiciones antes de mejorarlas, ya que recortó el gasto público para controlar la inflación”.
Esta transición y golpe es una respuesta al gobierno peronista de izquierda de Alberto Fernández y de Cristina Fernández, que implementó controles de precios en unos 50.000 productos, desde alimentos hasta ropa, como parte de su programa de Precios Justos.
Aunque las normas económicas han logrado reducir los costos de varios sectores del mercado, las condiciones de vida para los argentinos siguen siendo muy complicadas. Algunas voces de sectores con grandes ingresos aseguran que incluso para ellos es difícil llegar a fin de mes.
El presidente Milei señala que para el próximo año la inflación anual estará proyectada en un 18 % mostrando un panorama contrario al 237 % de inflación actual.
*Con información del artículo de Ryan Dubé para The Wall Street Journal.